Jaime Ramírez Yánez

Zeta es la clave que utiliza la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) para identificar a los altos mandos militares y es la misma elegida por el grupo de sicarios más violento de México para autodenominarse.

La fecha exacta del nacimiento de este grupo delictivo, al servicio del cártel del Golfo, formado por 40 desertores del Ejército mexicano -en su mayoría del Grupo Aerotransportado de Fuerzas Especiales (GAFE)- no se conoce, pero las primeras operaciones se registraron en 1999, unos meses después de la detención del general de División José de Jesús Gutiérrez Rebollo.

Aunque se tiene conocimiento de que la mayoría de los miembros de este grupo recibieron capacitación militar en Estados Unidos, tanto en la Escuela de las Américas como en Fort Benning, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) lo ha negado sistemáticamente.

La lista inicial de los Zetas estaba compuesta por: Arturo Guzmán Decena, el Z-1, muerto en noviembre de 2002 en Matamoros; después le cederían el mando al Z-2, Jesús Enrique Rejón Águila; el actual líder es Heriberto Lazcano, Z-3, alias Lazca o Verdugo, ex policía y señalado como el responsable del asesinato del periodista Francisco Ortiz Franco, coeditor del semanario Zeta.

Efraín Teodoro Torres, alias el Efra; Óscar Guerrero Silva, alias el Winnie Pooh, quien cayó muerto tras un enfrentamiento con militares; Luís Alberto Guerrero Reyes, experto del 70 Batallón de Infantería; Jesús Enrique Rejón, alias el Mamito, ex GAFE experto en el manejo de explosivos y reconocido francotirador; Mateo Díaz López, experto en operaciones en la sierra; Jorge López, alias el Chuta, especializado en artes marciales, explosivos y tácticas de emboscada.

Sergio Enrique Ruiz Tlapanco, alias el Tlapa, especializado en operaciones en la sierra; Ernesto Zatarín Beliz, alias el Traca, especializado en interceptar telecomunicaciones y frecuencias de radio; Eduardo Estrada González; Flavio Méndez Santiago, alias el Amarillo; Prisciliano Ibarra Yepis; Rogelio Guerra Ramírez, alias el Guerra; Miguel Ángel Soto Parra; Galindo Mellado Cruz; Gonzalo Ceresano Escribano, alias el Cuije, y Daniel Enrique Márquez Aguilar, alias el Chocotorro.

Desde el arranque de sus operaciones, los Zetas no dejaron lugar a dudas sobre su forma de ejecutar a los rivales. Su firma es el tipo de armas que utilizan, como las pistolas HKP-7, los fusiles G-3, con lanzagranadas .203, ametralladoras M-16 o el fusil MGLFM; también la ametralladora 5-A calibre 5.56, o la mini-ametralladora SAW 5.5 con capacidad de 700 tiros, la ametralladora corta 9 milímetros P 90 y la bazuca LAW sudafricana.

El 13 de septiembre de 2005, el procurador general de justicia estadunidense Alberto González, en Houston, le pidió a su par mexicano, Daniel Cabeza de Vaca Hernández, la captura del grupo de los Zetas. Incluso le entregó un informe desclasificado del Federal Boureau of Investigation (FBI) elaborado en junio de ese año.

En dicho documento se alertaba a las autoridades mexicanas sobre la peligrosidad que representaba esta banda delictiva y, ante esto, el procurador Cabeza de Vaca sólo se limitó a afirmar: “Los Zetas son un mito”.