Pues el “Eje Naranja” entre Jalisco y Nuevo León que algunos analistas construyeron tras la visita al estado del gobernador electo de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda, podría fracturarse incluso antes de que asuma la gubernatura, de acuerdo a lo revelado por el semanario Proceso en su número de esta semana y que titula en su portada: “FGR tras Samuel García por lavado de dinero”, mientras en el cuerpo del texto tituló: “Las operaciones fraudulentas de Samuel y Mariana”.
De confirmarse lo anterior, no sería el único candidato que les salió con una sorpresa nada agradable a Clemente Castañeda y a su partido Movimiento Ciudadano, aunque también resultaría ingenuo que los dirigentes emecistas se digan sorprendidos o que no hayan indagado a fondo un señalamiento que ya desde tiempo atrás se difundía de su senador con licencia y hoy gobernador electo. Y quien lo señaló no fue cualquier acusador, sino nada menos que el actual gobernador Jaime “El Bronco” Rodríguez, quien el 24 de octubre de 2019 declaró a los medios de comunicación:
“No sé quién sea ese Samuel García. ¿Va a las sesiones? El principal facturero de este país, ¿me está acusando a mí de compra-venta de facturas? ¿No le remorderá la conciencia? Le podría preguntar a su papá y a sus hermanos quiénes son los principales vendedores de facturas en este país”. Y luego agregó:
“Pensé que se estaba viendo en el espejo. ¿Podrá él autodemandarse? ¿Podrá él ir a autodemandarse como vendedor de facturas? Todo mundo en el estado sabe que se dedica a eso. ¿Cómo un chamaco de 24 años pudo comprarse dos propiedades de cerca de 60 millones de pesos, sin pagar impuestos, aduciendo que era estudiante?”. (…) “¿Podrá decir cómo lo hizo? Lo reto a que lo diga. ¿De dónde sacó 60 millones de pesos? ¿Se los dio su papá o su tío? Yo podré probar mi patrimonio, ¿podrá él probarlo? Pero como es senador y quiere ser gobernador, ustedes sabrán. No me voy a meter en esos pleitos”.
Con esta declaración de “El Bronco” -por cierto integrante de la Alianza Federalista- desde hace dos años sobre quien ahora será su sucesor en el gobierno de Nuevo León, ni Movimiento Ciudadano ni el propio Samuel García pueden argumentar que se trata de un invento luego de su triunfo de junio pasado ni denunciar que se trata de una persecución política, pues para que el Gobernador de Nuevo León haya lanzado tal aseveración desde 2019, es porque seguramente tiene elementos bien fundados para haberlo hecho.
Ahora la revista Proceso publica que “los alcances judiciales de la investigación que integra la FGR por los delitos de lavado de dinero y defraudación fiscal podrían llegar antes de que García tome posesión como gobernador”, y agrega que en esta investigación aparecen dos empresas manufactureras ubicadas en Nuevo León: Grupo Renok y Zulamak, calificadas como EFOS (empresas facturadoras de operaciones simuladas) por el Sistema de de Administración Tributaria (SAT) y la Secretaría de Hacienda y anotadas en listas negras publicadas en 2015 y 2018; es decir empresas que han estado emitiendo comprobantes fiscales digitales por internet sin contar con los activos, personal, infraestructura o capacidad material para prestar los servicios o producir, comercializar o entregar los bienes que amparan tales comprobantes”.
O sea, la investigación de la Fiscalía General a Samuel García y su familia es sobre aquello de lo que hace dos años lo acusó ya “El Bronco” Rodríguez.
Y vaya semana “negra” que enfrentó García Sepúlveda, pues a esta noticia de la investigación en su contra de la FGR le antecedió las millonarias multas que le impuso a Movimiento Ciudadano el Instituto Nacional Electoral y una al ex candidato mismo, por el proselitismo que hizo su esposa la influencer Mariana Rodríguez en sus redes sociales sin contabilizarlo ni reportarlo como gastos de campaña y por la triangulación de recursos que se hizo para su campaña a través de dos empresas privadas, la mamá y hermanos del entonces candidato.
Sobre esto último el consejero Ciro Murayama fue contundente al declarar que “no queda duda de que el partido financió actividades ordinarias y alguna parte de gastos de campaña con recursos que no debió de haber recibido. El partido se hizo de recursos mal habidos. Las campañas deben financiarse con dinero limpio”.
Así, pues, cuando todos creían que el panorama para Samuel García y Movimiento Ciudadano era “fosfo fosto”, se torna ahora “negro negro” y con un final impredecible, pero que puede llegar hasta el extremo de que la gubernatura que MC ya tiene en su poder se le esfume, y con ello se “derrumbe” el “Eje Naranja” que en la imaginaria habían construido entre Jalisco y Nuevo León.
Y aún hay que esperar las consecuencias que al interior de MC tenga alguna acción legal y judicial en contra de García Sepúlveda y las repercusiones políticas que alcanzarían incluso al emecismo jalisciense.