Todo parece indicar que independientemente del sentido en que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) resuelva lo correspondiente al Congreso Nacional Extraordinario que fue impugnado por la dirigente Yeidkol Polevnsky, el delegado en Jalisco en funciones de presidente, Hugo Rodríguez Díaz, llegado el momento dejará el cargo para contender por la dirigencia estatal en los términos estatutarios.
La silla que actualmente ocupa Rodríguez Díaz es muy ambicionada por otros actores políticos como los denominados “fundadores” Jaime Hernández y Juan de Dios de la Torre, Juan Barajas, la diputada federal Laura Imelda Pérez Segura e, incluso, hasta el propio Carlos Lomelí Bolaños que no ha dejado de aparecer en eventos públicos, con lo que prácticamente estaría aceptando tácitamente que su tiempo como funcionario de la administración pública federal concluyó antes de lo que él mismo se imaginó.
Mientras la atención general se ha centrado en las disputas por el poder en las cúpulas a nivel nacional, particularmente entre Yeidkol Polevnsky y Bertha Luján, y en Jalisco los reflectores para bien o para mal se han centrado en el caso de Lomelí Bolaños o en las acusaciones en contra del dirigente estatal, se ha perdido de vista el trabajo que Rodríguez Díaz ha llevado a cabo por tierra, y que de consolidarse no debe apostársele un triunfo de Morena solo por la marca “López Obrador”.
El trabajo de Hugo Rodríguez se ha centrado en dos puntos fundamentales que se establece en los artículos 14 y 33 de los Estatutos y que serán pilares en las entidades donde logren consolidar su estructura: los denominados Comités de Protagonistas del Cambio Verdadero -que son los comités de base- y el Consejo Consultivo Estatal, que estaría integrado por morenistas de todo el estado.
El trabajo territorial de Morena considera 3 mil 578 secciones en el Estado donde habrán de surgir los integrantes de los Comités de Protagonistas, en tanto que el Consejo Consultivo se irá conformando hasta llegar a 3 mil consejeros y de donde se desdoblará para llegar a la participación de 35 mil morenistas que en su momento proveerán a quienes serán los nueve mil representantes de casillas en todo el estado.
Este trabajo realizado por Hugo Rodríguez y su equipo, de manera silenciosa, ha puesto nerviosas a no pocas figuas de Morena que no han perdido la oportunidad del “golpeteo” político en su contra con el propósito de minar sus posibilidades de que gane el proceso interno y aprovechar para prácticamente “asaltar” y apoderarse de la dirigencia.
Pero sin duda que el futuro de Morena en el estado estará sujeto a las decisiones que se tomen en la cúpula nacional a partir de la resolución del Tribunal Electoral respecto al polémico Congreso Nacional Extraordinario.
Por lo pronto, pues, que no sorprenda conocer de la renuncia de Hugo Rodríguez Díaz como delegado en función de presidente para aparecer en la lista de aspirantes a contender por la dirigencia estatal, luego también de que se haya sacudido las denuncias en su contra de presuntos malos manejos en las finanzas del partido.
Y si no, al tiempo…