Si las cosas suceden como se esperan, hoy miércoles el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) emitirá su resolución respecto a la impugnación que presentó la dirigente nacional de Morena, Yeidkol Polevnsky, en contra del Congreso Nacional Extraordinario en el que presuntamente se le desconoció y en su lugar fue elegido el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar.

Anteayer, encabezados por la diputada Laura Imelda Pérez Segura, compañera de curul de Ramírez Cuéllar, un grupo de morenistas entregó en la Sala Regional Guadalajara del TEPJF la petición para “que se desechen las impugnaciones presentadas sin sustento estatutario o legal” y que “se respeten las decisiones tomadas por la más alta autoridad del partido”: el VI Congreso Nacional Extraordinario.

Ayer, 103 legisladores de Morena emitieron un manifiesto en apoyo al resolutivo de dicho Congreso Extraordinario y manifestaron “su confianza” en que tanto el INE como el TEPJF “resolverán conforme a derecho para que Morena retome la institucionalidad…”.

De acuerdo a fuentes al interior de Morena, son tres los escenarios existentes de entre los que el Tribunal Electoral podría resolver el futuro de la dirigencia nacional. Estos son:

  1. Que acepte las impugnaciones, ratifique a Yeidkol Polevnsky como secretaria general en funciones de presidente, pero que le de un plazo de 72 horas para que publique la convocatoria para la elección de la nueva dirigencia en un plazo de tres meses, y que integre, además, un Comité de Elecciones con lo que ella quedaría fuera de la organización del proceso. Durante los tres meses de plazo tendría un mes para realizar la afiliación, otro mes para validarlas y uno más para credecializar, de tal manera que en junio se celebre la elección del nuevo CEN.
  2. Que deseche las impugnaciones presentadas en contra del Congreso Nacional y desconozca a Yeidkol como su dirigente, pero que tampoco reconozca la legalidad estatutaria de dicho Congreso y anule tanto su organización como las decisiones ahí tomadas, ordenando, por tanto, la designación de un delegado que tendrá como única tarea organizar y llevar a cabo la elección de la nueva dirigencia nacional en un plazo también de tres meses. En los corrillos morenistas se menciona que de darse este escenario el responsable de esta tarea podría ser el actual subsecretario del Empleo de la Secretaría del Trabajo, Horacio Duarte Olivares, hombre de confianza de Andrés Manuel López Obrador.
  3. Que deseche las impugnaciones interpuestas, que reconozca como válido el Congreso Extraordinario y a Alfonso Ramírez Cuéllar como nuevo dirigente -y Polevnsky regrese a su responsabilidad como secretaria general-, pero que le mandate que su tarea será única y exclusivamente organizar el proceso de renovación del CEN con los mismos plazos: 72 horas para emitir la convocatoria y tres meses para afiliar, validar y credencializar, y luego llevar a cabo inmediatamente la elección. Nada más.

¿Qué sucederá al interior de Morena si, como está previsto, hoy el Tribunal Electoral emite su resolución? ¿Cuál será su futuro, luego de la interpretación que se dio al Congreso Nacional de la central obrera CATEM, de Pedro Haces Barba -que, a la vez, impulsa la creación del partido político Fuerza Social- y al que asistió como invitado de honor López Obrador? ¿Habrán entendido el mensaje que se asegura con su presencia envió el presidente tanto a Polevnsky como a Bertha Luján?

Todo puede suceder… Y si no, al tiempo.