A catorce días de que arranquen las campañas por las cuarenta diputaciones federales y locales, y las 125 presidencias municipales, ayer quedaron registradas -en teoría, porque estas líneas se escribieron antes de la medianoche- las respectivas planillas de candidatos a munícipes de las que, por supuesto, llamaron la atención las que corresponden a la zona metropolitana.
En todas y cada una de esas planillas encontramos un mosaico variado de perfiles que dan “mucha tela de dónde cortar”, porque en ellas encontramos que el PAN y el PRI tuvieron ex militantes para dar y repartir; que el corporativismo -que extrañamente se subraya en la lista- distingue a la planilla “ciudadana” en Guadalajara; que en algunas postularon a familiares de quienes son candidatos en partidos contrarios; que otros aspirantes a las alcaldías terminaron en la lista de candidatos a regidores; y que en algunas “revivieron” a personajes que se creía que habían dejado la política por la paz.
¿La planilla de Jesús Pablo Lemus Navarro es la misma que dejó Ismael del Toro? ¿Hizo o no ajustes? Al parecer, sólo en quien es candidata a la sindicatura: Karina Anaid Hermosillo Ramírez. En esta planilla hay un “guiño” al corporativismo, que acaba con el perfil “ciudadano” que presumió en Zapopan, pues aparecen representantes del sindicato municipal, Karla Andrea Leonardo Torres; Rafael Barrios Dávila de la Unión de Comerciantes del Mercado de Abasto (UCMA); Jeanette Velázquez Sedano, de la CROM; y Aldo Alejandro de Anda García, de la Cámara de la Industria Restaurantera (Canirac).
En este tenor, por supuesto que a Lemus Navarro lo consideraríamos de la Coparmex.
En la planilla de Carlos Lomelí se rescató a Mariana Fernández, luego de no ser candidata a la alcaldía de Zapopan; se incluyó a la ex petista y ex emecista María Candelaria Ochoa Ávalos; aparece el ex panista Elías Octavio Íñiguez Mejía; y la ex priista Haydee Eréndira Villalobos Rivera, entre los conocidos. Pero, además, la ex aspirante Claudia Delgadillo González, luego de desconocer el resultado de la encuesta que no le favoreció, terminó aceptando ser la coordinadora de campaña.
Esto me remontó a aquella escena en la que Enrique Ibarra y Jorge Arana contendieron por la candidatura del PRI a Guadalajara; la ganó Arana e Ibarra fue el coordinador de campaña. Tras la derrota, los aranistas culparon al hoy secretario general de Gobierno de haber dejado perder la elección en tribunales. ¿Se podría repetir aquella escena?
En la planilla de Fernando Garza, por el PAN, para Guadalajara,aparecen dos ex priistas recientes: Ana Estela Durán Rico y Carlos Briseño Becerra. Pero hay otros dos nombres que llaman la atención: el de Isaac Cisneros Aguirre, hijo de la ex diputada del PAN y desde 2015 emecista-alfarista Norma Angélica Aguirre Varela, hoy funcionaria municipal; y la de Carmen Vázquez Cabrera, prima hermana de Verónica Jiménez Vázquez, quien va en primer lugar en la lista de diputados plurinominales de Movimiento Ciudadano.
En Guadalajara, la planilla más “ciudadana” es la de Dolores Pérez-Lazcarro, candidata de Futuro Jalisco, en la que destaco la presencia de la periodista Laura Castro Golarte, quien de esta manera se involucra en el terreno político partidista como ya lo han hecho otros destacados colegas.
En Zapopan, la planilla de Alberto Uribe Camacho también es de llamar la atención, pues de entrada incluye al ex presidente estatal del desaparecido partido Nueva Alianza, Carlos Salazar Machado; a los ex panistas, Marisela Meza Servín y Raúl Ortega Solís; al también colega y ex aspirante a la alcaldía, Oscar Ábrego de León; así como al ex priista y ex dirigente estatal del sector campesino del PRI, la Liga de Comunidades Agrarias (CNC), Roberto de Alba, quien va como suplente de Uribe Camacho.
En la planilla de la priista Sarahí Cortés Vite, destaca la inclusión del ídolo ex portero de las “Chivas” del Guadalajara, Ignacio “Nacho” Calderón.
A reserva de un nuevo análisis exhaustivo de estas y otras planillas de candidatos a las alcaldías metropolitanas, sin duda que lo hasta ahora conocido nos permite concluir que nunca en los años recientes se había agudizado tanto el “chapulineo” ante la carencia de nuevos cuadros o cuadros suficientes en los partidos políticos para cubrir todos los espacios en disputa.
Y eso, la verdad, no es lo más sano para la clase política jaliscienses -y me refiero a “clase política” como aquellos políticos profesionales que hacen un ejercicio positivo de la ciencia política-; para los propios partidos políticos -creo que hay partidos en exceso-; y principalmente la la sociedad.
Pero ya veremos qué viene a partir del cuatro de abril, en el arranque de las campañas políticas.
Al tiempo…