En el partido Movimiento Ciudadano podría no estar dicha la última palabra con el registro de la planilla que encabeza Jesús Pablo Lemus Navarro a la presidencia municipal de Guadalajara; no es precisamente un “dale vuelta a la hoja” tras la renuncia de Ismael del Toro Castro a la candidatura para reelegirse, sino que aún nos faltan capítulos por conocer, que no podemos descartar tengan repercusiones el día de la jornada electoral.

Para empezar, no hay que ignorar dos mensajes que políticamente tienen gran significado y no pueden quedar en el anecdotario o creer que fue mera coincidencia: 1. La asistencia de Ismael del Toro a la presentación de Lemus Navarro como candidato, y la señal de “brazos caídos” en las fotografías; 2. La renuncia de Salvador Caro a la candidatura a diputado por mayoría relativa, primero, y, segundo, el desmentido que se vio forzado a hacer el domingo respecto a que no será candidato plurinominal como se ventiló en las redes sociales y trascendidos.

Entre los emecistas corre una versión corta de un presunto encuentro-desencuentro que no terminó del todo bien entre Del Toro y Alfaro, respecto a la asistencia o no del primero a la presentación de Pablo. Y terminó por asistir. Sin embargo, en esos mismos corrillos trasciende que el verdadero objetivo de la presencia del alcalde con licencia era enviar un mensaje con sus posturas en las imágenes que circularon en redes y medios de comunicación, cuyos destinatarios habrían entendido muy bien.

El complemento de ese mensaje sería la renuncia de Caro Cabrera a la candidatura para reelegirse como diputado por el distrito nueve, donde ya traía un intenso trabajo en las calles y colonias que lo conforman y en las que ya se destacaban cientos de lonas con su imagen. El freno abrupto a esa labor y dejar la candidatura cuando la carrera aún no arranca, así como salir -acompañado de su esposa Gaby- a ratificar que la renuncia es en serio y a decir que son mentiras las versiones de que llegará al Congreso por la vía plurinominal, así lo confirman.

Lo hemos reiterado: en política no hay casualidades.

La declinación de Caro Cabrera está íntimamente ligada a la de Del Toro Castro más allá de la solidaridad mostrada por haber sido el alcalde quien lo invitó al proyecto, pues entonces, ¿dónde deja a los demás integrantes de la planilla a los que Ismael invitó y no tuvieron el gesto de solidarizarse y declinar también?

Reitero: el mensaje de la renuncia de Salvador Caro a la candidatura -más allá de su gesto hacia Ismael- es no hacer campaña con ni para Jesús Pablo Lemus. Así de claro.

Si bien aparentemente Lemus Navarro respetó prácticamente la planilla de candidatos a regidores que había conformado Del Toro Castro, habrá que ver si todos esos candidatos realizan campaña con la misma intensidad que la hubiesen hecho con Ismael a la cabeza o simplemente buscarán “amarrar” el espacio para asegurar la nómina, toda vez que el proyecto inicial que los motivaba a participar, con miras al 2024, ya no existe, y si bien ese proyecto también está en la mira de Jesús Pablo, ellos saben que de entrada no serán tomados en cuenta.

Pero antes que nada, Lemus y Movimiento Ciudadano tendrán que asegurar el registro de su candidatura para no encontrarse con la sorpresa de que les fue invalidada, pues como lo hemos asentado en este espacio, expertos y especialistas en Derecho Electoral y Derecho Constitucional sostienen que no procede por haberse reelegido ya por “única vez”, como dice la ley, como presidente municipal de Zapopan.

Así, pues, a pocos días de que arranquen las campañas, Jesús Pablo Lemus tiene dos frentes abiertos: lograr cerrar filas con el equipo y la estructura ismaelista, y enfrentar en tribunales las ya anunciadas impugnaciones a su candidatura, pues eso de haber sido alcalde por seis años -en Zapopan- y forzar la posibilidad de serlo por otros seis -en Guadalajara-, para convertirse en el potencial político que gobernó por 12 años consecutivos dos municipios, como que no era el propósito del espíritu reeleccionista.

Pero todo es cuestión de tiempo…