Foto: Captura de pantalla @GlodeJo07
Hace ocho días un confiado Samuel García Sepúlveda nos pronosticaba -alrededor de una mesa en donde disfrutamos de una exquisita cena como sus invitados-, que él y el Congreso del Estado de Nuevo León llegarían a un acuerdo para la designación del gobernador interino que cubriría su ausencia durante seis meses, mientras él andaba en precampaña y campaña por la presidencia de la República.
Apostaba a que los legisladores del PAN y del PRI aceptarían a alguno de los candidatos que les propondría, integrantes de su gabinete, y que eso podría suceder si satisfacía la petición de los diputados de “descongelarles” una serie de recursos económicos que le exigían, pero confesó que temía que esos recursos los utilizaran para la campaña electoral en su contra.
Sin embargo, algo sucedió que obligó al Mandatario neolonés con licencia a regresar intempestivamente a su entidad, reasumir la gubernatura y “reventar” cualquier posible negociación con los diputados, presentando una lista de nombres de miembros de su gabinete para que el Congreso del Estado, de entre ellos, eligiera al gobernador interino, olvidándose que el Poder Legislativo es autónomo y tiene la facultad para designar a quien la mayoría de legisladores decida nombrar, sea o no de entre los propuestos por el gobernador.
Así se lo recordaron tanto los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación como los magistrados del Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial, pero Samuel y su coordinador de precampaña, Jorge Álvarez Maynez, pretenden hacernos creer que tienen “otros datos” y hacer lo que a ellos les conviene, no lo que establece la ley.
Ahora sí que tanto Samuel como Álvarez Maynez hicieron suya aquella leyenda lópezobradorista del “no me vengan con que la ley es la ley”.
Y si eso ya era preocupante, más lo es el que los militantes y simpatizantes de Movimiento Ciudadano hayan irrumpido en el recinto legislativo forzando la puerta de manera violenta y tratado de evitar que los diputados cumplieran con su obligación y facultad de designar al gobernador interino, nombramiento que recayó en el vicefiscal Luis Ernesto Orozco Suárez, a quien Samuel García quería como Fiscal del Estado, pero que ahora no lo quiere como Mandatario por seis meses.
Las imágenes del “portazo” de los emecistas invadió de inmediato las redes, mientras en su función de gobernador García Sepúlveda encabezaba el encendido del árbol de Navidad y hacía declaraciones a los medios de comunicación reprobando lo hecho por el Congreso estatal, ante la mirada inquisitoria de su principal promotora y esposa Mariana Rodríguez.
¿Cuánto de lo ganado en su naciente precampaña puede perder Samuel García con lo sucedido ayer en el Congreso de Nuevo León y lo que puede ocurrir en estos días antes de que entre en vigor su licencia a partir del sábado dos de diciembre? ¿O, acaso, las escenas de ayer y la decisión que tomó la mayoría de los diputados lo llevarán a recular y cancelar su licencia? No es descartable, ¿eh?
No replico la pregunta que algunos han planteado en las redes sociales sobre si lo sucedido en Nuevo León es lo que nos espera en caso de que Samuel García gane la elección y llegue a ser presidente de la República, porque eso está muy lejos de suceder, por no decir que imposible, pues carece de un partido y de su respectiva estructura que lo pueda sostener a lo largo y ancho del país. Jalisco no es todo México, pues ni siquiera en Nuevo León Movimiento Ciudadano tiene la estructura que existe en Jalisco. No es lo mismo venir y hacer precampaña en Jalisco que ir a hacerla a Oaxaca, Tabasco, Chiapas, Michoacán o Guerrero.
En lo que sí coincido es en que Samuel García ha demostrado una enorme inmadurez política, una alta incapacidad para llegar a acuerdos en beneficio de sus gobernados y una enorme soberbia -como muchos emecistas, empezando aquí en Jalisco-, que le impide ver que en política los caprichos se pagan muy caro.
Así, pues, queda muy claro que con su conducta, Samuel García prácticamente también “dinamitó” el proyecto político que pretendió construir con él, quien es dueño de Movimiento Ciudadano y que por alguna desconocida razón se mantuvo callado ante lo sucedido hasta las 11:53 horas de la noche cuando subió un largo texto en sus redes sociales, tratando de reprobar la facultad que tiene el Congreso del Estado, y tratando de culpar a otros de vandalismo cuando quedó comprobado que los actores del vandalismo fueron los propios emecistas: Dante Delgado Rannauro.