Hugo Luna

En el pasado cuando un ganadero quería ostentarse exitoso procuraba comprar animales de alto rendimiento, es decir ganado de alta producción, pero a la vez también de alto costo de adquisición y mantenimiento.

Algunos con actitudes petulantes pagaban para que él y su pie de cría posaran en las portadas de revistas especializadas con información del registro productivo; de esta manera, influía a ganaderos que pretendían tener vacas que producen 35 litros de leche por día en promedio, o novillos con ganancias de peso diario superiores a 2 Kg.

Pero, al momento de revisar su estado de resultados estos aparecían en números rojos.

Hoy en día está pasando, algo similar con productores de nuestro país, Estados Unidos y Canadá, que instalan invernaderos incorporando tecnología de reciente generación obligando a depender de los altos costos de operación y mantenimiento, logrando así producir todo el año y obteniendo altos rendimientos.

Pero, sucede al igual que lo ganaderos citados, balances y estados de resultados con pérdidas.

Encontramos inversiones de 120 dólares por metro2 de invernadero con rendimientos entre 500 y 750 toneladas por hectárea anuales, los cuales no tienen punto de equilibrio con los bajos precios de los cultivos más desarrollados como lo es: el tomate y chiles morrones.

Hay que resaltar que los invernaderos con mayor éxito están ubicados donde las condiciones climáticas son favorables al cultivo de interés. Por ejemplo, los productores canadienses se instalan a lo largo y ancho de su frontera con Estados Unidos. Los estadounidenses se concentran en el sur, en California, Arizona, Nuevo México y Texas. En México, nuestro estado se esta perfilando como una entidad líder en agricultura protegida y en desarrollo de nuevas variedades de cultivos, además de Guanajuato y Querétaro integran un corredor. Donde las inversiones rentables oscilan en 60 dólares por m2 con rendimientos de 350 toneladas por hectárea.

Lamentablemente, aún encontramos emprendedores que desea producir en climas artificiales en el norte del país y el altiplano-sur donde el productor lucha cada día para producir con clima y costos adversos para su bolsillo.