Cumplida la primera parte de su encomienda -darse “baños de pueblo”-, los ex dirigentes empresariales Manuel Herrera Vega y Mauro Garza Marín “destaparon” su verdadero objetivo político para el que fueron encarrilados desde las esferas del poder: ser candidatos a diputados, aunque falta por definir si contenderán por algún distrito o serán en la cómoda lista de plurinominales.
Por supuesto, ambos por el partido del gobernador Enrique Alfaro Ramírez, Movimiento Ciudadano.
Aunque Herrera Vega y Garza Marín mantienen su activismo -venido a menos- como aspirantes a la candidatura a presidente municipal de Zapopan por MC, conocen muy bien las reglas del juego y saben que, aún hasta ahora, el alcalde Jesús Pablo Lemus Navarro “lleva mano” en la designación del candidato aspirante a sucederlo, y que en ese entendido su compañero Juan José Frangié Saade es, hasta ahora, el elegido del munícipe.
Sin embargo, como dicen los muchachos, Manuel y Mauro están “a las caiditas” por si las opciones de Lemus Navarro se vienen abajo o por si cambian las reglas del juego al interior de Movimiento Ciudadano, ahora máxime tras el asesinato del ex gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, que colocó el panorama electoral para el partido del gobernador en una situación más complicada. O, por el contrario, esto podría favorecer la postura del alcalde zapopano.
Manuel Herrera es impulsado por la asociación nacional que él mismo preside Alternativas por México, que busca colocar el mayor número de candidatos en los diversos partidos contrarios a Morena, mientras que Mauro Garza es “apadrinado” por el inquilino de Casa Jalisco y promovido por las empresas consentidas de MC en materia de comunicación, aunque con errores garrafales como eso de ubicar sus tuits desde Guasave, Sonora.
En diversas entrevistas Herrera y Garza ya deslizaron lo que saben que finalmente será su destino -si nada lo modifica de último momento-, y confesaron que no descartan ser diputados, aún y con todo lo devaluado que está esta figura a nivel federal y local, pero también saben que es ahí desde donde pueden ir labrando una carrera política más sólida para, entonces sí, dentro de tres años estar en posibilidades de pelear con mayor fuerza la candidatura por una alcaldía.
Así, pues, como buenos aprendices de políticos partidistas -porque desde la cúpula empresarial no dejaron de hacer política-, el expresidente de la Concamín, Herrera Vega, y el ex presidente de la Coparmex, Garza Marín, construyeron su plan B, que fue difundir su aspiración a una alcaldía, porque finalmente su plan A, al parecer, siempre fue la de ser legisladores.
Por cierto, sería bueno que ya metido en esto de la política partidista, Mauro Garza renuncie como secretario técnico de la Mesa Económica frente a la pandemia, porque bien dicen que “a quien dos amos sirve, con uno queda mal”, y deje que el gobernador coloque ahora a quien no esté distraído con sus aspiraciones políticas personales y pueda concentrarse de lleno en la tarea que debe de efectuar ahí.
Ah, y que le pida a sus promotores que ubiquen su propaganda en Zapopan y no en Guasave, y mucho menos que se “fusilen” imágenes utilizadas para quién sabe qué campaña o publicidad en aquella ciudad norteña.