Ese domingo 19 de julio, el líder de los Grupos de Autodefensa Legítimos de la Costa Michoacana Cemeí Antonio Verdía Zepeda, llegó a La Placita confiado, había sido citado por las autoridades que verificarían las camionetas blindadas proporcionadas por el gobierno de Michoacán, para su protección, luego de que sufriera un tercer atentado contra su vida, el 25 de mayo de 2015, cuando se dirigía a la costera Michoacana.
Algunos días después del atentado del 25 de mayo, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Michoacán, obtuvo auto de formal prisión en contra de Juan Hernández Ramírez, presidente municipal de Aquila, y del encargado del grupo de autodefensas de la comunidad de Huahua, José Antíoco Calvillo, acusados de homicidio calificado en grado de tentativa y encubrimiento; por la presunta autoría de la agresión contra el comandante del grupo de autodefensas de la comunidad de Ostula, Cemeí Verdía Zepeda.
Estar en La Placita para Cemeí era hasta cierto punto inquietante; pues el 16 de diciembre de 2014, al regresar de una comisión por el rumbo de Colima, decidió bajar de su Tacoma gris para comer en un restaurante del lugar, no sabía Verdía Zepeda lo que después enfrentaría.
Durante muchos años Federico Lico González, jefe regional de los Templarios; usó La Placita, como base de operaciones y, mantuvo halcones que no perdían detalle de quienes pasaban por el pueblo. Fueron ellos ese 16 de diciembre los que avisaron del entrar y salir de una camioneta Tacoma gris, pero tal vez por lo monótono de su trabajo, o por no saber que de sus informes dependía una operación armada, nunca prestaron atención a los ocupantes del vehículo, solo al color y modelo.
Cuando la camioneta Tacoma gris que vieron los halcones de La Placita salir, llegó a una población llamada Las Peñas, fue recibida a balazos por sicarios que ya los esperaban. En esa agresión resultaron heridos Salvador Mejía Valdovinos, de 28 años de edad; José Mora Mendoza, de 26; Félix Mejía Valdovinos, 24; y el niño Miguel Mejía Mora, de 5 años, hijo de José Mora, líder de la autodefensa de Xayacalan; quien también viajaba en una Tacoma gris y había pasado por La Placita unos minutos antes.
Al conocerse la agresión que había sufrido José Mora Mendoza, Cemeí Verdía y sus hombres, se dedicaron a buscar a los responsables por toda la zona. La sorpresa para todos fue mayor cuando se detuvo a Jonathan Aguilar Juan, alias “La Changa”, sicario al mando de Lico González, quien junto con otros cuatro habían realizado la emboscada, y producto de sus confesiones se enteraron que se habían equivocado de Tacoma gris, el objetivo buscado era el propio Verdía Zepeda, y no Mora Mendoza. Parar a comer en La Placita, había librado del atentado en su contra a Cemeí.
Nacido en Santa María Ostula, una comunidad de nahuas cerca de Aquila, en el estado de Michoacán, Cemeí Verdía es un indígena agricultor de papaya, cuya familia le inculcó el cariño a la tierra y los valores ético-religiosos que regularmente pregona. El carisma y la capacidad de expresarse, hiso destacar a Verdía Zepeda, en esa comunidad cuyos pobladores no han estudiado más allá del sexto de primaria, y que en 2009, no pasaba de los 650 habitantes, y contaba con escasas 140 viviendas.
El Manifiesto de Ostula, que reivindica el derecho a la autodefensa indígena, fue promulgado en Santa María de Ostula el 14 de junio de 2009. Aprobado por pueblos y comunidades indígenas de nueve estados de la República que asistieron como delegados a la 25 asamblea del Congreso Nacional Indígena en la región centro Pacífico del país. El Manifiesto reclama el inalienable derecho, derivado del artículo 39 constitucional, que los indígenas tienen para organizarse y realizar la defensa de su vida, de su seguridad, de sus derechos fundamentales, de su cultura y sus territorios. Alegando la corrupción de las autoridades responsables de impartir justicia, es a partir de éste manifiesto que las autodefensas cobran vida con la formación de policías comunitarias, guardias comunales y otras formas de organización comunitarias. Cemeí Antonio Verdía Zepeda es ahí nombrado primer comandante de los Grupos de Autodefensa Legítimos de la Costa Michoacana.