Para algunos el chupacabrismo solo funcionó en el gobierno de Ernesto Zedillo, la realidad es que en los últimos dos sexenios –panistas-, esta estrategia de distracción política se mantiene tan vigente como en el primer día.
Como concepto según el versado en el tema Boris Campos, el chupacabrismo es el estudio del chupacabras, un ser casi mitológico que apareció en Chile hace 40 años y que atemorizó a los ciudadanos, pero que a decir del mismo especialista no existe, y no es más que la construcción de un mito el cual no explica ni dice nada. Para el estudioso catalán Xavier Sala i Martín el chupacabrismo es una manipulación estadística para intentar influir en algún proceso electoral.
Horacio Marchand, experto publirrelacionista y mercadólogo, reconoció en su momento que “pocos fenómenos han llamado tanto la atención y han penetrado con la intensidad del, chupacabras. Todo mundo habla de lo mismo. Todo mundo sabe de qué se trata. Los niños lo conocen y hacen el baile del chupacabras con Paco Stanley, mientras los ancianos piden que se les explique a detalle de qué se trata.
“Si se hiciera un concurso en popularidad o en “awareness”, el chupacabras quedaría registrado en los libros de mercadotecnia o relaciones públicas como la campaña de la década. Algunos políticos hasta podrían interesarse en las técnicas utilizadas para posicionar este fenómeno”.
Y Marchand no se equivocó en esta última apreciación porque la clase política mexicana, sobre todo la presidencial, ha utilizado a los largo de dos sexenios y lo que va de este, el chupacabrismo como una forma de distraer a los ciudadanos de los verdaderos problemas –como dijeran ellos mismos- de la agenda nacional.
Desde su inicio Felipe Calderón Hinojosa le declaró la guerra al narcotráfico. Esto evidentemente provocó que se desatara una oleada de violencia como pocas que se recuerden. ¿Pero mientras se desarrollaba esta batalla en contra de la desorganizada delincuencia organizada qué sucedía en otros ámbitos en el país?
Por ejemplo, en términos de economía los avances no sólo no han sido significativos sino que los índices bajaron, Según el último informe de la misma Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en el 2007 el Producto Interno Bruto (PIB) tuvo un decrecimiento, en ese año fue de 3.3 por ciento mientras que en el 2006 fue de 4.8 por ciento. Esto se perdió gracias a la “guerra contra el narcotráfico”.
En lo que va de la administración actual en el sector petroquímico han quedado sin registro algunos datos que son verdaderamente preocupantes como es el de la intención por parte de nuestro gobierno de privatizar algunas áreas sensibles para el procesamiento del petróleo.
“Me propuse y seré el Presidente del Empleo en México. Encabezaré un Gobierno decidido a encauzar a México en el mundo, en un mundo que compite, México debe competir y debe de ganar. Para ello quiero convocarlos a todos, a todos los mexicanos, en especial a los jóvenes a que seamos capaces de crear las oportunidades de superación personal y al mismo tiempo a tener el coraje y el valor para hacer de nuestro México un país ganador que mira hacia adelante”.
Lo anterior es parte del discurso pronunciado por Calderón Hinojosa el 1 de diciembre de 2006 y en él, un compromiso explícito de apoyara la creación de plaza laborales.
Sin embargo la expectativa del presidente del empleo –de las armas- quedó muy por abajo de lo acordado. En 2007 el déficit fue de casi 300 mil empleos cuando Calderón Hinojosa se había comprometido a impulsar cuando menos un millón de plazas. Gracias a la chupacabresca “guerra contra en narcotráfico”, este hecho quedó en el olvido.
Ahora tenemos la novedad para la distracción pública. Un bombazo a escaso metros del edificio de la Secretaría de Seguridad Pública defeña. De acuerdo con la investigación por parte de los ¿especialistas? todo se debió a un fallido atentado en contra de un funcionario de la dependencia. El autor, identificado como Juan Manuel Meza Campos, El Pipen, de 44 años, estaba drogado cuando ocurrió el siniestro. Esto nos dice que el tipo podría haber sido de todo, menos experto en explosivos y ni en sueños miembro de algún grupo terrorista o del narco, ahí son profesionales.
Entonces queda claro que el hecho es otra ocurrencia de los expertos chupacabristas de este sexenio, los mismos, que para legitimar al régimen, han inventado, entre otras cosas, la guerra contra el narco, el EPR y los bombazos. En fin.