El escándalo del día se comenzó a fraguar por la mañana. El gobernador tenía una gira por Tequila, Jalisco donde tuvo varias actividades. Al término el gobernador se separó de la prensa, los reporteros se regresaron a Guadalajara y se quedó a comer con empresarios y autoridades locales. Hubo de todo, mariachi, antojitos y
¡Tequila!.
Por la noche, Emilio González Márquez asistiría al Banquete del Hambre, evento usualmente poco socorrido por los medios por el poco interés que levanta pero que en esta ocasión algunos lograron predecir que habría nota por la simple presencia de dos personajes que protagonizan el mayor escándalo del año en la administración del actual mandatario: él mismo y el cardenal Juan Sandoval Iñiguez.
Las expectativas fueron rebasadas. El gobernador apareció visiblemente “relajado” gracias a los efectos del alcohol y con un cheque en la mano de 15 millones de pesos dirigiéndose a la audiencia cual pedro infante en la película de Los Tres García con palabras altisonantes.
“Yo tengo poco de Gobernador, pero a lo mejor ya se dieron cuenta que a mí lo que algunos poquitos dicen me vale madre, así de fácil, yo sé lo que se tiene que hacer en Jalisco”, dijo el Mandatario ante los asistentes al decimocuarto Banquete del Hambre.
“Déjenme decirles que yo estoy comprometido con este movimiento y que traigo aquí un pinche papelito que dice ‘Gobierno de Jalisco, Secretaría de Finanzas’, Óscar (García Manzano) ¿dónde andas? Hasta que, cabrón, hiciste algo bueno por Jalisco, Martín Hernández: felicidades, chingado, nunca falta. Este es un cuete, no me importa, me cae, don Juan (Sandoval Íñiguez) absuélvame desde allá”. González Márquez dijo tener la legitimidad para decidir este tipo de aportaciones.
“(El dinero) no es mío, yo no lo tengo, yo no tengo 15 millones de pesos, pero ¿saben qué?, la gente votó por mí, la gente en su mayoría votó porque yo haga realidad lo que me comprometí en campaña y me vale madre si a algunos periódicos no les gusta, la gente votó por mí y en ese votar por mí debe tener el compromiso que yo he asumido de apoyar a los que trabajan porque no haya hambre en nuestro Estado”, remató en la cena en Expo Guadalajara.
“Señor Cardenal, don Juan Sandoval, qué desmadre traemos. ¿Sí o no?, nos estamos haciendo famosos don Juan”, dijo. “Digan lo que quieran, perdón señor Cardenal, chinguen a su madre”
No hay mucho que decir. El gobernador evidentemente está fuera de si, desconoce cual es su situación ante la opinión pública. Probablemente en el índice mas bajo desde que inició su administración y en riesgo de que este, que es aun un asunto de opinión pública se traslade a lo político y jurídico que podría desenbocar en un juicio político que los diputados federales del PRI ya anunciaron que solicitarán