Por Hugo Luna

Los industriales textiles en Jalisco, han advertido a las autoridades del gobierno federal que antes de proponer una reforma hacendaria que busque promover la inversión y la generación de empleo, se debe revisar, y en su caso eliminar la carga fiscal que implica la tarifa eléctrica en horas pico , que representa hasta 400% sobre el costo regular.
En el año 2000, la industria textil de Jalisco tenía registrados en el Seguro Social a 17, 492 trabajadores cifra que descendió a las 6,681 plazas laborales registradas al cierre de 2006, quedando con una capacidad ociosa de más de la mitad.
Esto a consecuencia de factores como el alto costo de los insumos, nacionales e internacionales, de los impuestos y de energía eléctrica.
Si bien una de sus peticiones añejas que era el eliminar el Impuesto al Activo ya es atendida por la Secretaría de Hacienda en su propuesta de reforma fiscal, aún se mantiene la relacionada con la desaparición de la tarifa eléctrica en horario punta, que daña la competitividad de las empresas textiles que tienen procesos continuos y deben operar las 24 horas.
Este sobrecosto en las tarifas que se empezó aplicar hace unos 15 años ante la falta de reservas por parte del Estado hoy ya no tienen razón de ser, puesto que hay reservas suficientes para los próximos años.
En la actualidad, la energía tiene un costo de 60 centavos, y de 2.40 pesos la punta, lo cual es una aberración, si se considera que esta industria requiere tener sus máquinas prendidas las 24 horas al día porque sus procesos son continuos. Es obvio que de continuar absorbiendo estos costos energéticos que representan más de 16% de sus costos totales de producción seguirá el cierre de empresas.
En el último año, los telares de Jalisco sufrieron pérdidas irreversibles, empresas como Cibolain frenaron operaciones, para sumarse a quienes se anticiparon como Crysel, además de los cierres más recientes como el de Industrias Ocotlán y una baja de producción en Celanese.
De ser aprobada una reforma hacendaria en los términos que presentó, los orillaría a deducir aquellos impuestos que se cobraron en exceso, como es el sobrecosto de la denominada tarifa punta.
Hoy un textilero debe invertir 50% de sus costos en insumos, y la otra mitad debe emplearla en pagar la electricidad (33% de ese porcentaje), y además pagar nómina, gastos de promoción, etcétera.
En caso de que ésta desapareciera, las empresas textiles podrían generar ahorros superiores a 10%, lo que los convertiría en un sector mucho más competitivo en un entorno global, donde China y la India mantienen creciente su participación en el mercado internacional.