Por Gilberto Pérez Castillo

La tentación fue mucha y finalmente el Rector de la Universidad de Guadalajara Carlos Briseño Torres cayó en la debilidad de convertirse en Jefe de un Grupo Político al interior del PRI.

No obstante la carta que le envío al Presidente Estatal del PRI Javier Galván Guerrero para anunciarle un paréntesis en su militancia partidista, cuando aún era aspirante a la Rectoría General, Carlos Briseño decidió dejar a un lado la Sana Distancia con el partido en el que milita para pasar a una Riesgosa Injerencia.

En un desayuno celebrado el sábado 16 de Junio entre miembros del Grupo identificado con el ex Candidato a Gobernador del PRI Arturo Zamora Jiménez, éste decidió pasar la estafeta del mando del Grupo a Carlos Briseño Torres. Y el Rector General aceptó esa Jefatura.

Desde entonces, se dice en círculos Priistas, el Zamorismo cedió el paso al Briseñismo dentro del PRI.

Lo Bueno y lo Malo

Al asumir el mando de lo que anteriormente se conocía como el Grupo de Arturo Zamora, Carlos Briseño Torres adquiere las cosas buenas que puede tener contar con un Grupo propio dentro del PRI, pero también compra las cosas malas que eso trae consigo.

Lo único bueno que consigue el Rector de la Universidad con esa decisión es que a partir del sábado 16 de Junio ya cuenta con un Grupo dentro del PRI, que no le costó trabajo crear y que es parte de la toma de decisiones dentro de ese Partido.

Pero, hasta ahora, pareciera que hay más cosas malas que buenas en la jugada que hizo Carlos Briseño. Veamos algunas:

  • Al asumir la Jefatura del ex Grupo Zamora, ahora Grupo Briseño, se convierte en parte de todos los conflictos que se vivan dentro del PRI, cuando, por su carácter de Rector General, pudo haber sostenido buenas relaciones con todos los Grupos al interior del Partido.
  • Los conflictos y los rencores que otros Grupos Priistas tienen hacia el Grupo de Arturo Zamora ahora le serán endosados a Carlos Briseño.
  • Abre de manera muy anticipada la guerra en su contra, pues es ampliamente sabido dentro del PRI que Carlos Briseño estaría considerando la posibilidad de convertirse en el Candidato a Gobernador de ese Partido para el 2012. Desde ahora, Briseño ya abrió el frente de batalla en la que los demás Grupos Priistas tratarán de disminuirlo políticamente para impedir sus pretensiones.
  • Meterse en los asuntos internos del PRI lo obligarán a involucrarse en el relevo de la Dirigencia Estatal del Partido y en la lucha por las Candidaturas en el 2009. En ambos casos dejará más resentidos que contentos, rencores que habrán de cobrarse en el 2012.
  • Involucrarse en lo asuntos internos del PRI distraerá forzosamente el tiempo que Carlos Briseño debe dedicarle a la Universidad de Guadalajara.
  • Abrirse tan pronto en los asuntos partidistas cambiará más pronto la buena relación que el Rector Carlos Briseño había forjado con el Gobernador Emilio González, pues ahora en el Gobierno del Estado ven con claridad que cualquier acto de generosidad o de cortesía política que se pueda tener con Carlos Briseño, realmente se le está teniendo a un Jefe de Grupo Priista.

Hay prácticamente un consenso entre los observadores de la política de que Carlos Briseño Torres no necesitaba dar este arriesgado paso.

Por su investidura como Rector General pudo haber sostenido una buena relación con prácticamente todos los Grupos Priistas, sin meterse en sus conflictos internos.

Al mismo tiempo, pudo haber prolongado el período de buena relación con el Gobernador Emilio González.

Pero su decisión de convertirse en el Jefe del nuevo Grupo Briseño dentro del PRI ya logró que los diferentes Grupos dentro del PRI inicien acercamientos para decidir como contener el avance de Briseño.

Y en el Gobierno del Estado analizan con atención las siguientes jugadas que harán con el Rector General y Jefe de Grupo dentro del PRI.