Curiosa, por decir lo menos, la reacción de los simpatizantes de Xóchitl Gálvez Ruiz -denominados xochitlovers-, luego de que en nuestras redes sociales compartimos los videos en los que se observa cómo a la salida del auditorio donde ofreció su conferencia fue abucheada por un grupo de estudiantes que le gritaron “¡Fuera Xóchitl!” y ¡”CUCEA no te quiere!” en varias ocasiones, y que mostraron carteles en los que le recriminaron su referencia de que eras “muy güey” si a los 60 años de edad no habías hecho un patrimonio.

Y digo curioso porque inmediatamente, en las mismas redes sociales, se “rasgaron las vestiduras” condenando la manifestación de jóvenes estudiantes que, como dicho la propia candidata presidencial de Fuerza y Corazon por México, “simplemente no piensan como yo”, dejando en evidencia de que si eso le hubiese ocurrido a Claudia Sheinbaum o a Jorge Álvarez Máynez, inmediatamente lo hubiesen festejado como lo han hecho en muchas ocasiones cuando la candidata de Sigamos Haciendo Historia, por ejemplo, ha enfrentado el desaire de simpatizantes o “acarreados”.

Estos “xochirlovers” dejaron muy claro ayer que “ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”.

¿Fue correcto que ese grupo de estudiantes abuchearan y le gritaran esas frases a Xóchitl? ¿Cuántas veces no se afirma que estas instituciones de educación superior son plurales y que debe de respetarse esa pluralidad? ¿Lo sucedido ayer en el CUCEA, no fue una muestra de ello? ¿Nadie sabía que en ese Centro Universitario, como seguramente en otros, hay simpatizantes de candidatos opuestos a Xóchitl, posiblemente porque es la principal opositora de Sheinbaum, presumiendo que son simpatizantes morenistas como no lo ocultó una maestra que portó una cachucha que la identificó como tal? ¿Esa pluralidad no se manifestó días atrás cuando Jorge Álvarez Máynez se presentó y “abarrotó” el auditorio “Salvador Allende”? Si nadie lo abucheó es porque quizás no lo ven como un candidato presidencial sino como un “showman” que los divierte.

Pero nadie puede afirmar que Xóchitl Gálvez no tuvo un exitoso encuentro con la comunidad estudiantil en el CUCEA. El desarrollo de su diálogo con los estudiantes al interior del auditorio se llevó a cabo sin problema ni contratiempo alguno, salvo la presencia de un par de jóvenes que levantaron carteles criticando lo que dijo sobre lo “güey” que es quien a los 60 años no ha hecho un patrimonio. Por otro lado, ahí la recibieron y le gritaron varias veces “¡Presidenta!”, y hasta se viralizó la imagen donde un joven la interrumpió cuando hablaba para pedirle si podía subir al escenario y darle un abrazo porque se tenía que retirar.

La visita de Xóchitl al CUCEA fue exitosa y así lo reconoció y difundió la propia candidata presidencial. Los gritos que recibió a la salida fue un acto natural de quienes no comulgan con ella como candidata, porque tampoco la razón les asiste cuando gritaron que el CUCEA no la quería, pues dentro del auditorio se demostró lo contrario. Vamos, esos estudiantes no eran representantes de toda la comunidad del Centro Universitario, sino de un sector, quizás.

Por eso llama la atención la virulenta reacción de los “xochitlovers” porque en el CUCEA haya habido opositores a Xóchitl, cuando para fortuna de todos la manifestación no llego a mayores y no pasó de esos gritos en un recinto donde la universalidad de ideas es lo que propios y extraños presumen.

Claudia Sheinbaum ha visitado en tres ocasiones recintos de la Universidad de Guadalajara -como jefa de gobierno, precandidata y candidata- y nada ha sucedido. No nos extrañe que tras los hechos de ayer en el CUCEA, en caso de que regrese en lo que resta de la campaña, ahora si haya manifestaciones en su contra por parte de aquellos que no comulgan con su candidatura. Pero mientras no pase de eso, no dejará de ser entonces un hecho que se resaltará, pero no podemos condenarla -mientras no haya violencia- si es una manifestación de ideas traducida en gritos.

Así, pues, lo sucedido no deja de ser un momento desagradable para Xóchitl Gálvez, pero ella sabe que a eso está expuesta como candidata. Y los “xochitlovers” no deben de tener la piel tan sensible, no “desgarrarse las vestiduras” y aceptar que no todos se dedicarán a aplaudirle a su candidata, pues ellos tienen “otros datos”.