Por Hugo Luna

Los empresarios locales han iniciado encuentros formales con los candidatos a las presidencias municipales de la zona metropolitana. La Cámara Nacional de Comercio en Guadalajara, como representante e interlocutor del comercio formal en nuestra ciudad, ha organizado una serie de pasarelas entre los candidatos del PRD a las alcaldías de Tlaquepaque, Tonalá y El Salto, María del Lourdes Macías Martínez, Carlos Arturo de Anda Ramírez y Manuel Salas Mercado, respectivamente.

Estos personajes demostraron ignorancia y sus propuestas de gobierno fueron un rosario de ocurrencias, acudieron más que nada a ofrecer un show de planteamientos intranscendentes y proyectos fallidos. Causan pena ajena estos “señores candidotes”, además malbaratan el ejercicio público.

Para los futuros encuentros agendados por la CANACO con el resto de los aspirantes a las alcaldías metropolitanas, es importante que hagan un esfuerzo profundo y que se preparen a conciencia para realizar propuestas sensatas, viables y novedosas.

Hay que tomar en cuenta que los comerciantes y prestadores de servicios asociados a esta representación gremial están ávidos de que los escuchen, principalmente quienes tienen sus negocios en el Centro Histórico por las pérdidas económicas que les ocasionaron las obras de remodelación del primer cuadro de la ciudad. En Zapopan andan por la misma situación.

Los gobiernos municipales se han convertido en una carrera de obstáculos para el comercio formal y establecido, muy lejos están de ser facilitadores del desarrollo económico en sus municipios.

¿Qué hace falta para que los empresarios sientan al municipio como aliado y no como un escollo en su camino?

Antes de todo concretar la coordinación metropolitana entre los municipios de la zona metropolitana y homologar reglamentos y trámites para generar un marco de legalidad que dé certidumbre a los inversionistas. También homologar reglamentos, requerimientos y tramitología para permisos, licencias, etcétera.

Las cargas y sus efectos administrativos deben corresponder a las etapas de madurez de las empresas (incubación y fortalecimiento); la autoridad municipal debe también recompensar las inversiones, evitar el encarecimiento de las inversiones con esquemas impositivos innecesarios, y no pasar por alto, suprimir donaciones municipales en inversiones que generarán empleos significativamente.