Por Jaime Ramírez Yáñez

Para The Police, luchador rudo, su máxima aspiración es saltar al cuadrilátero y escuchar muchos silbidos y mentadas de madre del público; en cambio para Sergio Flores Mendoza, policía de Guadalajara –del grupo motorizado Dragones de la zona centro- , su anhelo es recibir el reconocimiento de la ciudadanía por su trabajo.

Padre de tres hijos, de 39 años de edad y más de 15 dentro de la corporación, decidió hace 9 años comenzar a conocer el mundo de la lucha libre e inició sus entrenamientos bajo la tutela del profesor Saúl Carrillo Arteaga –el legendario Sandokan– en la tradicional Arena Jalisco.

Después de varios años de preparación Sergio optó por ser luchador profesional e integró una terna de rudos junto con otros dos policías, uno de ellos compañero suyo conocido como El Nazi Negro y el otro, un elemento de la policía Rural, Terry Kiss, quien ostenta el título de campeón peso walter en Jalisco.

Ya sea a los técnicos del cuadrilátero o a los rudos de la calle, Sergio dice que se enfrenta siempre bajos las reglas que impone cada caso, pero en los dos, advierte, se necesita tener bien dominadas las habilidades deportivas y policíacas para poder salir bien de cada situación.

“La preparación que se tiene en la lucha libre nos da alguna ventaja para poder someter a cierto tipo de delincuentes; pero claro es diferente, porque los rudos en la lucha rompemos las reglas cuando se nos ocurre y en la calle no pasa lo mismo”.

Sobre su posición de rudo como luchador profesional, Sergio afirma que para él y sus compañeros en un orgullo, “afortunadamente soy a uno de los que mas les chiflan y me mientan la madre, pero estoy mentalizado para eso”.

En la calle, en su labor de patrullaje, también escucha mentadas de madre, pero igual, controla sus ánimos está conciente de que la labor del policía no se bien vista por la ciudadanía.

“Pero tenemos que demostrarle a la gente que no somos lo que parecemos, que también habemos policías que nos dedicamos al deporte de la lucha libre y que con esto tratamos de darle un cambio radical a lo que viene pensando la gente de la policía”.

Dentro de su carrera de luchador rudo recuerda que el enfrentamiento más difícil que ha tenido y tiene es contra Excalibur, “hasta que perdamos o él la máscara o yo la cabellera”, comenta divertido Sergio.

“Como policía el enfrentamiento más duro que he tenido fue con el Pollo –Javier Llamas Sánchez-, con él aventábamos balazos seguido, ese muchacho nos hizo batallar más de alguna vez. En una ocasión, cerca del Mercado del Mar, nos topamos y cayó muerto un miembro de su banda y nosotros tuvimos un herido, una compañero que recibió un balazo en la mano”.

En la lucha libre cada bando tiene dos caídas de tres para vencer a sus contrincantes, pero dice Sergio que en la calle, en su trabajo policíaco intenta que el delincuente caiga lo más pronto posible.

“Cuando salimos a la calle uniformados, lo que menos queremos es toparnos con un delincuente que verdaderamente nos quiera hacer un daño nosotros o a la ciudadanía, entonces en el enfrentamiento contra el malandrín si hago uso de mis facultades como luchador para someterlo más rápido, en la calle la vida nos va en juego”.

Sobre los policías que aplican la rudeza innecesaria en su trabajo, Sergio solamente les recuerda que la placa y el uniforme no los hace invencibles o intocables y a los delincuentes, The Police les advierte que contra ellos, todo.