Por Hugo Luna

El ecoturismo y el turismo de aventura que se ofrece en la entidad no son competitivos a nivel internacional. Tener recursos naturales como los tiene nuestra demarcación no es suficiente para ser competitivos.

Hay que integrar productos turísticos, hay que generar infraestructura, tener guías capacitados y alojamientos con estándares mundiales, que son las principales carencias en la mayoría de los destinos de ecoturismo y turismo de aventura en Jalisco.

El principal reto para la secretaria de Turismo que encabeza, Aurelio López Rocha, es coordinar todos los esfuerzos que realizan en este ámbito, porque lamentablemente están aislados.

Prácticamente 90 por ciento de los operadores de este tipo de turismo están conformados por pequeñas empresas que están alejados de la tecnología necesaria para conservar las áreas naturales en las que realizan sus actividades.

No hay capacitación, sensibilización ni el equipamiento necesario en la mayoría de los operadores. Para hacer sustentable una zona de ecoturismo y turismo de aventura.

Una vez que logremos la capacitación, buenos equipamientos y alojamientos, seguridad, mejor señalización y técnicas para garantizar un desarrollo sustentable, procederemos a una promoción de todas las variedades de turismo con las que cuenta Jalisco.

Los operadores de ecoservicios deben entender que conservar cuesta mucho y que las comunidades entiendan que los operadores exigen servicios de calidad para los turistas, lo que les traerá un beneficio mayor a todos.

La secretaria de Turismo estatal cuenta con un registro de 11 pymes involucradas en esta rama de servicios en Tapalpa, Puerto Vallarta y la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Se calcula que detrás de cada peso invertido en turismo de naturaleza y ecoturismo más de 90 por ciento se va en beneficio de las comunidades locales que operan las actividades.

El 80 por ciento de las actividades ecoturísticas que se realizan en territorio jalisciense consisten en caminata, ciclismo de montaña, buceo y observación de ecosistemas, actividades que aportan 73 por ciento de los ingresos totales por turismo de aventura.