Si no sucede algo extraordinario el próximo 30 del presente en el marco de la asamblea general ordinaria del Consejo Agropecuario de Jalisco; será ungido como presidente del citado organismo, Otilio Valdés Correa; agroempresario avicultor, por un periodo de dos años (2011-2013).
Valdés Correa llega a la presidencia como único candidato, haciendo a un lado en las negociaciones a Vicente García Vázquez, ex dirigente de los porcicultores en la entidad y a quien señalan diversos asociados como el “capataz” de Francisco Conejo Cejudo y Ramírez Acuña.
El todavía dirigente del Consejo Agropecuario, Mauro Jiménez pidió a su sucesor que el cambio de estafeta se realice en el mes de noviembre durante la celebración del Foro Internacional Agroalimentario en Puerto Vallarta.
La agenda del sector primario local aborda dos temas de trascendencia mismos que no han visualizado los directivos del Consejo Agropecuario: 1.-Articulación productiva entre agroindustriales regionales con pequeñas cooperativas de productores rurales para impulsar el desarrollo de sus comunidades y frenar la migración a otras localidades.
2.-Financiamiento a todas las ramas productivas del ámbito agroalimentario a través del Fondo Jalisco de Fomento Empresarial (FOJAL), la referida institución solamente otorga crédito para actividades industriales y servicios. Bien valdría el esfuerzo del futuro presidente del CAJ iniciar conversaciones con el ejecutivo estatal para incorporar productos financieros para el ámbito rural a través de FOJAL para dar paso a la creación de una banca de desarrollo local.
De lo contrario, el presidente debutante, Otilio Valdés perderá tiempo y subsidios en discusiones, los sesudos diagnósticos en libros y ensayos académicos, las polémicas políticas, ideológicas y chismosas, indiferentes ante la realidad de un campo mancillado por la narcoviolencia.