Por Hugo Luna

Luego del jaloneo que propiciaron los legisladores sobre la entrega del primer Informe de gobierno de Felipe Calderón, la realidad es que todo sigue igual o peor que antes dentro del Congreso de la Unión y decir que, ahora sí, ya va a salir la reforma hacendaria sería otra tomada de pelo… por decir lo menos.

Los partidos políticos han encontrado cualquier cantidad de pretextos para no llegar a esta negociación. Los priístas hicieron un acto vergonzoso cuando, según ellos, ya tenían una posición sobre la reforma hacendaria y luego se perdieron en un debate en torno a la paternidad de un IEPS a las gasolinas. Hoy no se sabe cuál es la posición de ese partido con respecto a este gravamen.

Los perredistas que están en contra de todo y a favor de nada; de cualquier iniciativa de reforma hacendaría podrán encontrar un sinnúmero de pretextos para generar una difícil situación.

Ni ha mejorado el clima dentro del Congreso de la Unión ni hay cercanía suficiente para realizar un dictamen. Ciertamente, se ha trabajado en las comisiones y hasta podría pensarse que hay algunos acuerdos en principio; sin embargo, la parte política sigue igual de atrasada.

La Secretaría de Hacienda ha venido trabajando en presentar el Presupuesto de Egresos y el proyecto de Ley de Ingresos como si no hubiera ningún acuerdo fiscal y espera que en algún momento de la negociación del llamado paquete presupuestal se pueda alcanzar un acuerdo.

Mientras políticos y legisladores continúan pérdidos en la coyuntura, el país sigue perdiendo oportunidades para crecer, con lo cual muchos mexicanos siguen condenados a mantenerse en la pobreza.

Es una lástima que el país no logre superar la transición democrática y consolidar cambios fundamentales que permitan un mayor crecimiento de la economía.