Alberto Juárez Blancas, ex dirigente obrero de
Me remití a este personaje porque los líderes sindicales están en un franco proceso de descomposición, puesto que entre otras cosas han estado dispuestos a demostrar que su palabra no tiene ningún valor o que están dispuestos a mentir abiertamente con tal de salirse con la suya.
Hay que recordar, por ejemplo, cuando Roberto Vega Galina, ex Secretario General del sindicato del IMSS; decía que había un discurso para la Asamblea y frente a los trabajadores y otro en las negociaciones con el Gobierno. Lamentablemente este hombre pasó a la historia del sindicalismo por ser una persona cuya palabra no valía.
Otro ejemplo son los seguidores de Napoleón Gómez Urrutia quienes, a pesar de no contar con la toma de nota, aseguraban en su momento que este hombre era el líder legítimo de su organización minera. Y así sucedió hace unos días.
Otro caso es el de Joel Ayala. El líder de los burócratas quien llegó a manifestar, con tal de salirse con la suya, que el bono sexenal es una conquista laboral, cuando no está en ningún contrato colectivo o ley.
En su momento, aseguró que la prestación ya estaba considerada porque desde el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León se contrató un seguro. La mentira está en que los sindicalizados no son parte de esta prestación. Los trabajadores de confianza aportan una parte de su sueldo para este bono de retiro, que no sexenal.
Aquí en Jalisco, cuántos Vega Galinas tenemos en las numerosas organizaciones sindícales, o membretes de las mismas o mejor dicho ¿cuántos Gómez Urrutia hay en Tlaquepaque, Tlajomulco y El Salto? Usted amigo(a), mejor que yo sabe, juzgue a su pseudos-dirigente favoritos.
Más allá del resultado final de esta historia, la lección es el grado que han alcanzado algunos líderes sindicales con tal de salirse con la suya. (Hugo Luna)