Por Hugo Luna

El clima de violencia que prevalece a lo largo y ancho del país donde diariamente las crónicas periodísticas reseñan ejecuciones diarias como parte de la guerra contra el narcotráfico, mismo, que no afectado a la economía del país, que parecería mantenerse intacta frente a la guerra del Estado mexicano contra el crimen organizado.

Vemos a la Bolsa Mexicana de Valores tocar otra vez los 30 mil puntos. Observamos las tasas de interés estables, sólo pendientes de las señales del Banco de México. Vemos un tipo de cambio donde el peso se fortalece frente al dólar.

No podemos afirmar que la economía no vaya a estar fuera de los ámbitos del narcotráfico. La lucha contra la delincuencia organizada no sólo refrenda la seguridad de la ciudadanía, sino también garantiza a las empresas incurrir en menores costos.

El narcotráfico y la mafia, en general, encarecen la actividad económica al producir un gasto en seguridad empresarial, del transporte de productos, seguridad de los ejecutivos y sus familias.

También crear un aspecto de inseguridad sobre el mercado interno, que termina afectando los niveles de inversión. La Secretaria de Hacienda y Crédito Público y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores hace su tarea a través de la lista de “personas políticas expuestas”, a quienes se les revisan sus cuentas bancarias si fueron candidatos a cargos de elección popular o altos funcionarios públicos.