Cuando era oposición, el PAN se quejaba de que cada nueva administración del PRI mandaba a la calle a muchos funcionarios públicos para sustituirlos por otros, inexpertos y que sólo respondían a los compromisos de los nuevos gobernantes. Cada tres años y cada sexenio la limpia en la burocracia estatal y en los municipios constituía un desperdicio de experiencia y capacitación.
Por eso durante muchos años presionaron para que se legislara la creación de un Servicio Civil de Carrera, que reglamentara el reclutamiento de nuevo personal, su debida capacitación, las reglas para los ascensos y el desarrollo de los funcionarios públicos, todo esto con la estabilidad laboral necesaria.
Ahora en el poder, el PAN olvidó los beneficios que la sociedad obtiene cuando la burocracia se constituye por personal experto, capacitado y con estabilidad laboral. La ambición y el pragmatismo del poder han hecho que los panistas olviden todo por lo que lucharon en esta materia.
La limpia de funcionarios que están haciendo por estos días las administraciones panistas está causando, por lo menos, tres graves perjuicios. Uno de ellos es el elevado gasto que representa liquidar a tanto trabajador. Tan sólo en Zapopan se están gastando más de 20 millones de pesos y en el Siapa el gasto ya supera los ocho millones. Otro, es que se están despidiendo a funcionarios con experiencia y capacidad para sustituirlos por otros inexpertos y sin capacidad probada.
A lo anterior hay que agregar la gran vocación que han demostrado los panistas por incrementar sustancialmente las nóminas del gobierno, sin que ese incremento se refleje en mejores servicios para la gente.