Marcelo Ebrard, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal desde diciembre del año pasado ha dado dos grandes golpes a poderosos grupos de la Delincuencia Organizada de la Capital del País.

Tepito ha sido la cuna de grandes mafias dedicadas a la Piratería, al Narcotráfico, al Contrabando y a la Venta de Armas de Fuego.

La Colonia Reforma Política de Iztapalapa era hasta hoy el principal centro del País en la comercialización de automóviles y autopartes robados.

Ambas Mafias son responsables de muchos de los delitos que sufren día a día los ciudadanos de la Ciudad de México.

Además, golpear de tajo a estas poderosas bandas es un buen mensaje de advertencia al resto de la delincuencia menor de esa ciudad.

La expropiación de los Centro de Operación de las Mafias de Tepito e Iztapalapa, para convertirlos en parques, son primeros pasos, muy importantes, para desmembrar a esas organizaciones delictivas y un símbolo de la recuperación de espacios controlados por la delincuencia para regresarlos al servicio de la sociedad.

Nuestras autoridades de Jalisco bien harían en hacer un viaje al Distrito Federal y aprender de estas experiencias exitosas para replicarlas en nuestro Estado.

¿O será que aún no se han dado cuenta de cuáles son las principales actividades económicas en las Zonas de San Juan de Dios y la Vieja Central Camionera?