No le faltó razón al presidente Andrés Manuel López Obrador, el viernes pasado, cuando dijo en su rueda de prensa mañanera que “las últimas ediciones de la Feria Internacional del Libro (FIL) han sido en contra de nosotros” y cuando confesó que del discurso que pronunció Raúl Padilla López en la entrega del premio Princesa de Asturias -hace unas semanas- le llamó la atención un renglón cuando advirtió: “debemos de defender al libro del populismo”.

Asumiéndose, por tanto, “populista”, no podemos afirmar que López Obrador dijo una mentira porque, efectivamente, al menos en la edición del año pasado el tema abordado en diversas mesas de discusión y análisis fue el “populismo”. Valga aclarar, sin embargo, que Mario Vargas Llosa, Héctor Aguilar Camín y Enrique Krauze -a los que mencionó en su mañanera- no participaron exclusivamente por ser éste el tema, pues ellos y otros más, como Elena Poniatowska o Paco Taibo II -dos lópezobradoristas de “hueso colorado”-, son visitantes y participantes permanentes en la FIL.

Incluso, simpatizantes o integrantes de la 4T, como Álvaro Delgado o Tatiana Clouthier han elegido a la FIL como foro para la presentación de sus libros: “El amasiato. El pacto secreto Peña-Calderón” y “Juntos hicimos historia” -sobre la campaña de Amlo a la presidencia-, hace cuatro años y el año pasado, respectivamente.

Aplaudo, por supuesto, que ante la llegada al poder de López Obrador con su Cuarta Transformación se haya abordado el tema del “populismo” en un foro como la FIL, pues era de vital trascendencia conocer posturas y opiniones tanto a favor como en contra -que fueron las más-, así como de sus consecuencias, de esta corriente que por fin lograba llegar a la presidencia de la República.

Es cierto, la FIL nunca fue foro -salvo que mi memoria me falle- de mesas de análisis y discusión sobre la llegada de la derecha al poder en México cuando Vicente Fox Quesada llegó por el Partido Acción Nacional a la presidencia y “sacó a patadas” al PRI de Los Pinos. No hubo tal. Sin embargo, seis años después, en su edición número 20, el ganador del premio FIL de Literatura, el finado Carlos Monsivais, pronunció un fuerte discurso en contra a pocos días de que Felipe Calderón asumiera la titularidad del Ejecutivo Federal.

O cómo olvidar aquella 21edición cuando Calderón Hinojosa -ante Gabriel García Márquez, Álvaro Mutis, Fernando del Paso y Carlos Fuentes, entre otros escritores ubicados a la izquierda- fue objeto de rechiflas en la inauguración y hasta de agresión verbal por parte de una dama que en pleno salón le gritó: “¡Felipe Calderón, eres un presidente espurio!”. Obviamente la mujer fue sacada del lugar, luego de que todos los presentes concluimos -ahí me encontraba yo- que era una simpatizante lópezobradorista.

Así, pues, si López Obrador se reconoce populista, entonces no mintió sobre éste tema -aunque otro asunto diferente es la referencia personal que hizo del ex rector Raúl Padilla López, su amistad con el gobernador Enrique Alfaro y los años que lleva con el control de la Universidad de Guadalajara-, por lo que nadie de asustarse ni los directivos de la FIL sentirse agredidos.

Como tampoco le falta razón a la FIL cuando en su comunicado -que por cierto nadie firma, ni su presidente ni su directora- afirma: “Durante más de 30 años la FIL ha sido una Feria defensora del libro. Al igual que del pluralismo, las libertades, la diversidad y el derecho a disentir. La Feria Internacional del Libro de Guadalajara refrenda su compromiso con el libro, con las ideas y con quienes les dan vida: autores, editores y lectores”.