Por Julio César Hernández

Ayer referí las reformas que el Consejo Nacional del PAN aprobó respecto a la participación de miembros adherentes en la elección de candidatos a cargos de elección popular, subrayando que por la información obtenida en ese momento, presuntamente no se incluía su participación en la elección de candidatos a presidentes municipales.

Hoy la duda está disipada porque de acuerdo al Anteproyecto de Reforma de Estatutos, sí se contempla a los adherentes en la elección de candidatos a munícipes, como se asienta en el artículo noveno que, en su tercer párrafo, asienta:

“El adherente podrá votar para candidatos a cargos de elección popular en los términos del Capítulo Cuarto de estos Estatutos y del reglamento respectivo…”.

Y el artículo 36 Ter, del Capítulo Cuarto, establece al respecto:

“B) El listado nominal de electores se cerrará seis meses antes de la elección de que se trate…

“C). Los miembros activos, adherentes y, en su caso, los simpatizantes residentes en el extranjero, podrán votar en los procesos internos de selección de candidatos a cargos de elección popular, en los términos y modalidades establecidas por la legislación electoral aplicable, así como en los Estatutos, el reglamento y la convocatoria respectiva”.

Estas reformas, reiteramos, están sujetas a ser aprobadas en la Asamblea Nacional Extraordinaria del 23 de abril.

Aclarado el punto, no deja de tener relevancia esta decisión de permitir la participación de los adherentes en la elección de candidatos a alcaldes en la lucha interna que ya vive el PAN con miras a la candidatura a la presidencia municipal de Guadalajara.

Es más, quizás esta reforma haga las contiendas internas del blanquiazul más interesantes, pues en este caso, tanto Jorge Salinas como Rodolfo Ocampo y/o Antonio Gloria Morales, tendrán que poner a prueba su capacidad de movilización, a fin de registrar el mayor número de militantes adherentes a su favor.

Claro, esto también pudiera dar pie a “abaratar” la militancia adherente -no obstante que el registro se cierre medio año antes de la elección-, y se caiga en el empadronamiento “a lo loco” de los simpatizantes de cada precandidato, aun y cuando para obtener la calidad de adherente deban de cubrir ciertos requisitos.

Así, mientras Salinas Osornio deberá de movilizar a sus simpatizantes para el día de la elección interna -¿o alguien duda que no será precandidato?-, la decisión de que los adherentes participen agrega otro ingrediente más a la contienda dentro del grupo emilista para definir quién será su precandidato, pues sin lugar a dudas que un factor determinante para definir quién será su candidato entre Rodolfo Ocampo y Antonio Gloria, será ver quién tiene más adherentes a su favor.

Por supuesto que aquí quien enfrenta el reto en condiciones más desventajosas es el director del Siapa, quien tendrá que poner a prueba su capacidad de movilización para que los emilistas decidan respaldarlo.