Estamos a unos días de que concluya el tercer año de gobierno de Enrique Alfaro Ramírez -el próximo 5 de diciembre-y estaría por consumarse el tercer gran fracaso del primer gobierno de Movimiento Ciudadano que tantas expectativas generó por estar encabezado por un hombre que se ofertó como el gran “salvador” de Jalisco, al igual que lo hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador para México, y así nos ha ido… tanto en el país como en el estado.

El primer gran fracaso alfarista fue el de la famosa Refundación que nadie entendió y se sigue sin entender de qué se trata. Así como la Cuarta Transformación se tradujo en un retroceso para el país, la Refundación se quedó en un mero eslogan de campaña y de retórica en los primeros dos años de la actual administración. Hoy ni el propio gobierno la recuerda y mucho menos la oferta. Eso sí, a nombre de la Refundación se dijeron tantas cosas y se prometieron quién sabe cuántas más, que nos viene a la memoria aquella frase echeverrista del “arriba y adelante”.

Hoy el gobernador Alfaro ni por error la menciona. La mandó al archivo “muerto”.

El segundo gran fracaso fue que en el marco de esa Refundación, Jalisco tendría una nueva Constitución, aquella que aún sin existir los emecistas ya la llenaban de elogios y juraban que marcaba un antes y un después. Incluso, hasta se detalló la creación de un nuevo Constituyente del que formarían parte ridículamente los nefastos diputados de la pasada LXII Legislatura, seguramente para “coronar” su sumisión ante el Ejecutivo.

Pero el absurdo en este caso fue que el Ejecutivo y Legislativo preparaban la creación de una nueva Constitución del Estado “pisoteando”, pasando por encima y violentando la que actualmente los rige.

Y el tercer gran fracaso que está por consumarse antes de entrar al cuarto año de gobierno naranja es el de la no menos absurda consulta popular sobre el Pacto Fiscal, sobre la que ya nos enteramos que vendrá incluida con todo y “acarreados” bajo la promoción obligada de todos los integrantes del gabinete alfarista.

Una consulta inservible para los jaliscienses, pero quizás muy adecuada para la propaganda política de quien no pierde las esperanzas de ser candidato a la presidencia de la República en el 2024, y para lo cual se ha incluido hasta la participación de menores de edad… ¡faltaba más!

Este tercer fracaso se consumará porque las apuestas son de que no alcanzará la votación exigida para hacerla vinculante; o sea, para que el gobierno actúe en consecuencia frente al gobierno federal. Esto es, que seguiremos igual que como ahora: sometidos a las decisiones del gobierno federal en materia hacendaria.

Estos son, pues, los tres grandes fracasos -sin contar los menores, por supuesto- de los tres primeros años del actual gobierno que se adjudicarían directamente al titular del Ejecutivo.

Ni Refundación ni nueva Constitución ni constituyente ni nuevo Pacto Fiscal. No dio para más.

Y valga decir que fue el propio gobierno quien “sepultó” sus grandes proyectos políticos, pues quienes debieron ser sus principales aliados para sacarlos adelante, los diputados, nunca entendieron de que se trataba y, por supuesto, la sociedad no sólo nunca le entendió sino que, mucho menos, nunca le interesó ni tomó en serio.

Así de sencillo.