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Julio César Hernández
El enfrentamiento de Jorge Salinas y Aristóteles Sandoval sobre la polémica del antidoping tuvo ya consecuencias al interior del Partido de la Revolución Democrática y generó diferencias públicas entre el dirigente estatal, Antonio Magallanes, y el candidato a la alcaldía tapatía, Carlos Orozco Santillán.
Y es que al mismo tiempo que condenó la guerra sucia en que se han involucrado los panistas y priistas, Magallanes tomó parte en el desaguisado electoral, le entró a la “guerra” que minutos antes había condenado y reprobado, y en rueda de prensa se le fue a la “yugular” a Jorge Aristóteles Sandoval, al descalificarlo y pedirle que renuncie a su candidatura.
No tardó mucho tiempo para que el candidato Orozco Santillán saliera a contradecir a su dirigente estatal y aclarar -a través de un comunicado de prensa- que Antonio Magallanes “decidió participar en la guerra sucia” de manera personal, al denostar al candidato del PRI” y que él “no reconoce las descalificaciones del líder perredista”.
“No comparto que el PRD se suba a la guerra sucia sin un propósito positivo. Salinas y Sandoval merecen mi respeto, pero no son una opción para Guadalajara”, concluye el comunicado de Carlos Orozco.