En la imaginaria se vislumbra ya un dejo de orden inicial en Morena Jalisco con la designación del guanajuatense Favio Castellanos como delegado del CEN con funciones de secretario general, como lo dejó en claro anteayer el propio dirigente nacional Mario Delgado Carrillo, con lo que se ratifica -sin necesidad de mencionarlo- a Yeidckol Polevnsky como la delegada del CEN en funciones de presidenta. Hasta ahí, todo bien.

De esta manera queda aclarado el rol que tendrán Yeidckol y Castellanos en Jalisco, y que tanta confusión provocó cuando ambos se autonombran simplemente como “delegado del CEN de Morena” sin aclarar que una con funciones de presidenta y el otro con funciones de secretario general.

Y es que Favio Castellanos llega con tareas definidas desde el CEN: 1. Encargarse de la afiliación de nuevos militantes; 2. La defensa del voto; y 3. La promoción del ejercicio de revocación del mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador. La primera y tercera tareas parecen ser las encomiendas más importantes a cumplir por parte del diputado federal, pues son los objetivos que hoy preocupan y ocupan a Morena, principalmente de cara a la revocación de mandato que los morenistas insisten en modificar, con el propósito de confundir, y llamarlo un ejercicio de “ratificación”.

El que se haya aclarado el papel de Yeidckol y Favio permitió que el pasado lunes 4, en la rueda de prensa que encabezó el segundo, se dieran cita representantes de las diversas “tribus” morenistas como la diputada Laura Imelda Pérez, la senadora Toñita Cárdenas, el regidor Carlos Lomelí Bolaños, el diputado y futuro coordinador de la fracción de la bancada legislativa, José María Martínez, entre otros. Sí, podrá alegarse que no se registró la presencia de ningún representante de los llamados “fundadores”, o al menos no se identificó a ninguno, pero esto significa que ellos no están considerados para participar en las tareas por venir… por lo pronto.

Otro asunto que dejó aclarado Mario Delgado en su pasada visita es que no habrá dirigente estatal de Morena sino después de las elecciones de junio del 2022. Hasta entonces se realizará todo el proceso que establecen sus estatutos para acabar con los”delegados del CEN con funciones de…” y tener ya a un responsable local de Morena en Jalisco con su estructura respectiva. Ya veremos si para entonces “el horno está para bollos”.

Subrayaba al inicio que “en la imaginaria se vislumbra ya un dejo de orden inicial en Morena Jalisco”, y digo que “en la imaginaria” porque estos morenistas son capaces de darnos cada sorpresa ante su afán por estar siempre enfrentados, por disputarse espacios que no existen, por repartirse un “pastel” que ni siquiera esta “horneado”, por querer ser lo que no son capaces de ser o por hacer lo que no les toca hacer. O por creer que todos tienen derecho a ser lo que nadie les ha dicho que son. Vamos, que si alguien quiere un problema, en Morena se los organizan.

Así, definida ya la responsabilidad de Favio Castellanos en Jalisco y la tarea que tiene encomendada realizar, el legislador tendrá que comportarse como lo que es: secretario general, y dedicarse a las tareas que tiene definidas, porque si Yeidckol Polevnsky está en Jalisco con funciones de presidenta, un error de Castellanos será quererle disputar ese espacio y ufanarse de que él es el que define el destino de Morena en Jalisco. Y es que si así sucede, entonces las bases militantes creerán que tienen “luz verde” para “andar de la greña” si observa que en los primeros niveles andan “agarrados de la greña”.

Y es que no debe de haber confusión alguna entre los morenistas. Mario Delgado, ahora sí, oficialmente presentó a Favio, ante la propia Yeidckol, como delegado en funciones de secretario general y enumeró públicamente las tareas que deberá de realizar. Ni más ni menos. Pero lo que si les corresponde a ambos, como representantes del CEN, es buscar la unidad interna en Morena, aunque soy poco optimista en esto porque su atención estará concentrada en trabajar con miras al ejercicio de la revocación de mandato, que es la prioridad.

Pero, además, un verdadero reto para los morenistas será que saquen las manos de Jalisco las “cabezas” de las diversas corrientes dentro de Morena que pretenden mover los hilos morenistas desde la Ciudad de México y que, de alguna manera, son las que “mecen la cuna” y que no han dejado que haya orden aquí.

Jalisco, como el resto del país, requiere fortalecer su sistema de partidos, independientemente de la doctrina que profesen, aunque haya quienes embebidos en el pragmatismo aleguen que las ideologías ya son cosa del pasado. Y Morena, como el resto de os partidos, debe de aportar su parte para que así suceda.

Al tiempo…