Julio César Hernández
Antes de cerrar el 2010, Hernán Cortés Berumen quiso despejar cualquier duda desatada respecto a su actuación en la elección del presidente nacional del PAN, a principios de diciembre, tras acusaciones de traición a Francisco Ramírez Acuña:
“Estuve todo el tiempo participando, apoyando, interactuando en la campaña de Paco Ramírez Acuña; estuve participando con él y creo que la constancia de lo que estoy mencionando queda de manifiesto con el equipo de campaña que estuvo ahí cerca.
“A mí, en lo particular, me queda la conciencia tranquila de que estuve apoyando y trabajando con Paco Ramírez Acuña para que lograra seguir avanzando hacia la dirigencia nacional”, subrayó, tras apuntar que habría que conocer qué sucedió con los operadores que estaban en otras entidades.
Fue otro “paquista” de “hueso colorado” quien acusó a través de la red de internet a Cortés Berumen -y al secretario general Ricardo Rodríguez-, de haber traicionado a Ramírez Acuña y haberlo “apuñalado cobardemente por la espalda”: Fernando Dessavre.
El dirigente estatal del PAN respondió:
“Es algo que no tiene sustento… Tengo la conciencia de que se hizo el trabajo como se tenía qué hacer, lo que quieran aparentar algunos otros operadores que no supieron hacer su trabajo en otros estados e intentando tomar a alguien hoy para lavar sus culpas, no es correcto, no es así.
“A Paco Ramírez le queda claro el trabajo y la participación que tuve y él no tiene duda de que estuve con él apoyándolo hasta el último momento. Hay quien quiere ver conflicto donde no existen, hay a quien le interesa seguir batiendo el río para ver qué es lo que saca como ganancias de pescador”.
Y luego alzó la voz:
“No voy a permitir que una situación de discordia, de cizaña, intentando vulnerar cualquier ejercicio que podamos hacer de consolidación, pueda lastimar el trabajo que hemos venido realizando”, concluyó.