Alfonso Javier Márquez
En el Ayuntamiento de Guadalajara sospechosamente están empecinados en impulsar un proyecto que desde su nacimiento goza del rechazo mayoritario principalmente de los vecinos, y la indiferencia de la mayoría de los tapatíos. Está perfectamente claro que en Guadalajara son contados los ciudadanos comunes que están emocionados por que seremos sede el año entrante de los XVI Juegos Panamericanos; a pocos o nadie le prende la idea de tener durante 15 días un evento deportivo en el participan muchos países del continente porque no se trata de un asunto de interés general.
Siendo realistas es un evento que no goza de millones de seguidores en el continente, mucho menos en el mundo, como lo son –y cada vez menos- los Juegos Olímpicos. No es cierto que los ojos del mundo estarán siguiendo las competencias de Guadalajara, como no ocurrió con las competencias de Brasil ni con sus antecesores. Por eso los Panamericanos para la gente ordinaria significan poco menos que nada. Y en el gobierno del estado lo saben porque lo miden con estudios de opinión. Por ello digo que “sospechosamente” se empeñan en impulsar el proyecto tal y como lo plantearon desde el principio y por encima del sentir social. Así ocurrió con el Macrobús que lo impusieron sin importarles lo que la gente quería y hoy es el objeto del rechazo social generalizado.
En el caso del proyecto del sistema de transporte público existe la sospecha de que alguien en el gobierno o a través de él se benefició: con la compra de los camiones, con el otorgamiento de las concesiones y hasta con la construcción de las estaciones y vías; y la actitud del presidente municipal tapatío, Alfonso Petersen y de quienes defienden a capa y espada las Villas Panamericanas en el Parque Morelos, hacen pensar en que ocurrirá lo mismo: que se hará algo porque les conviene como negocio no porque le convenga a la ciudad. Las sospechas se levantan aun mas cuando analizamos las declaraciones de Mario Vázquez Raña, presidente del la Organización Deportiva Panamericana, desde el principio no simpáticas hacia las villas en la Calzada Independencia y el área del Parque Morelos.
Esa actitud de rechazo parece reafirmarse a la llegada de los gobiernos emanados del PRI los que se pronuncian por que se construyan en otra parte; Es un hecho que de la reunión que sostuvo el presidente municipal electo con el dirigente panamericano salió mas firme en su intención de echar por tierra ese proyecto para establecer uno nuevo, en otro sitio. Cada día que pasa se antoja mas difícil que se lleve a cabo el proyecto en el centro tapatío. Cada día se vuelven mas contundentes los argumentos de la falta de vialidades en el Parque Morelos y el rechazo de los vecinos. Y cada día queda mas claro que algo mueve a los políticos en el poder para impulsar el proyecto como está. Ahora hasta el gobernador le entró al empecinamiento y las declaraciones amenazantes en el sentido de que se hará allí a como dé lugar.
Esto sin duda generará una reacción en los opositores a la Villa en el centro, encabezados por el nuevo alcalde, Aristóteles Sandoval y el apoyo de todos los priístas que serán gobierno dentro de poco mas de cuatro meses.