Gilberto Pérez Castillo
Las reformas a la legislación electoral les están causando dolores de cabeza a los políticos que tienen aspiraciones de ser candidatos para las elecciones del 2009.
Dos puntos fundamentales los traen con insomnio:
- La prohibición de realizar precampañas fuera de los términos establecidos, bajo el riesgo de que sus registros sean anulados en el caso de que se demuestre que violaron esta norma, y
- La prohibición de utilizar recursos públicos o campañas institucionales para hacerle promoción a su nombre y su imagen.
Ante la falta de creatividad, los políticos con ambiciones tratan de encontrarle la cuadratura al círculo y las formas de brincarse estas prohibiciones.
Pero, acostumbrado a hacer política fácil y sin esfuerzos, hasta ahora no han encontrado la clave.