Se la tenía guardada desde hace cuatro años -1 de junio de 2017-, y ayer el gobernador Enrique Alfaro Ramírez aprovechó para “cobrársela” a Pedro Kumamoto Aguilar cuando al preguntarle sobre el estratosférico monto de 380 millones de pesos que presuntamente recibirán los dos partidos políticos locales, Futuro y Hagamos, como prerrogativas estatales, no se aguantó y soltó:

“Ahí están los resultados y la verdad de la supuesta reforma del entonces diputado Kumamoto para que cada quien saque sus cálculos y se den cuenta de la verdad. Ahora resulta que nos va a salir más caro que antes el sistema de partidos con esa reforma. Es verdaderamente absurdo (…). No estoy dispuesto a permanecer inmóvil ante un planteamiento que busca darle más dinero a los partidos, no estoy de acuerdo con eso…”.

Sus palabras evidenciaron el dolor que parece traía guardado desde aquel día en que Pedro Kumamoto se alió con el entonces gobernador Aristóteles Sandoval en Casa Jalisco y dejó a Movimiento Ciudadano “colgado de la brocha”, cuando se creía que sacarían juntos la nueva iniciativa para modificar el monto de las prerrogativas a los partidos políticos. Y ayer, desde la cúpula del poder, arremetió contra quien ellos mismos, los alfaristas, crearon e impulsaron para que fuera el primer diputado sin partido y que ahora será simplemente regidor en Zapopan. Dijo:

“Ojalá quede como una lección de cómo se puede construir un castillo de humo de esos personajes que hablan bonito, que dicen las cosas que le gusta oír a algunos y que generan problemas de esta magnitud. A lo mejor yo no hablo tan bonito como quisieran ni soy tan modosito ni soy tan simpático, pro arreglo los problemas que otros no arreglaron, los problemas que han quedado de manera histórica en nuestra ciudad y en nuestro estado…”.

Pero se le olvida al gobernador que sus diputados emecistas aprobaron dicha iniciativa junto con los legisladores del PAN y PRI, en tanto que los partidos Verde Ecologista y Nueva Alianza la impugnaron sin éxito ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Si bien inicialmente MC proponía reducir al 50% las prerrogativas, la alianza de Kumamoto con el PRI y el ex gobernador Sandoval Díaz lo llevó a plantear -en una rueda de prensa encabezada por el propio Alfaro el 27 de mayo de 2017- que los partidos no recibieran ni un peso del erario, en tanto el PRI había propuesto que, precisamente, fuera de un peso lo que recibieran o el equivalente al 0.01%. Finalmente la iniciativa elaborada por la tripleta PRI-Kumamoto-Aristóteles y que aprobaron los emecistas también, quedó de la siguiente manera:

  1. Años no electorales: Se multiplicará el número de electores en el padrón por el 20% del valor de la Unidad de Medida y Actualización (UMA).
  2. Año electoral: Se considerará el total de votos válidos obtenidos obtenidos en la elección previa de diputados por el 65% de UMA.

Qué lejos quedaron aquellos tiempos en los que, como en la canción de “Timbiriche”, parecía que Kumamoto y los alfaristas “eran uno mismo”; cuando el 16 de octubre de 2015, entrevistado en León, Guanajuato, Pedro confesó que Alfaro “es nuestro gobernador metropolitano” y ese mismo día por la noche le dijo a Carlos Puig que Enrique, entonces alcalde de Guadalajara, “es el presidente metropolitano, por decirlo de alguna manera”.

Pero esa alianza Aristóteles-Kumamoto terminó por “divorciarlos” y entrar, posteriormente, a una lucha fraticida por el escaño en el Senado en aquel 2018 que terminó en manos de Movimiento Ciudadano.

Ahora, el gobernador Alfaro encontró la manera de “sacarse” aquella “espinita” que Kumamoto le dejó clavada en la disputa por el #sinvotonohaydinero.