Julio César Hernández
Si bien es cierto que en Jalisco están las mujeres más hermosas del país, hay que reconocer que las Miss Universo no se dan en racimos y, cuando la hay, no nos visita cada ocho días.
Por eso entendemos que la jalisciense Jimena Navarrete, la flamante Miss Universo 2010, haya provocado tanto alboroto entre la clase política ayer durante su visita al Ayuntamiento de Guadalajara, donde para pronto eligieron el mejor lugar los regidores Javier Galván Guerrero, del PRI, y Gamaliel Ramírez, del PVEM, quien por cierto reportan que no dejó de tomarle fotografías a la mujer más hermosa del mundo.
Y es que cualquiera creería que por elemental cortesía política, el lugar de Galván Guerrero debió de ser ocupado por el coordinador de la bancada del PAN, Jorge Salinas Osornio… a menos que él se hubiese querido hacer a un lado (¡¿a poco así?!).
El de ayer debería de quedar estampado en el record Guinnes o en la Historia de Guadalajara o, cuando menos, de los gobiernos municipales, porque quizás fue el primer día en muchos años en que todo el equipo del gobierno municipal estuvo ahí presente, además de que varios diputados aprovecharon la cercanía del Palacio Legislativo con el Palacio Municipal para irse corriendo a conocer a Miss Universo.
¿Cuándo volveremos a ver a tanto funcionario -de elección o administrativo- tan contento de estar en un salón de Cabildo? ¡Hasta que venga otra Miss Universo!… jalisciense o no.