En 2008 el diputado del PRD, Enrique Alfaro Ramírez, se opuso a que se incrementara el impuesto sobre nómina del 2 al 2.3 por ciento, mientras que el director del Grupo Sandys, Juan José Frangie Saade, cuestionó el buen destino de los recursos que se recabaran por ese concepto.

Según el entonces presidente del extinto Comité Económico y Social de Jalisco (CESJAL) y uno de los impulsores de esta propuesta, Tomás López Miranda, el fondo recabado por dicho incremento se destinaría al combate a las adicciones, uno de los principales problemas que padecen no pocos de los trabajadores de las empresas de Jalisco.

El periódico Mural refirió en su edición de los últimos días de julio de 2008, que López Miranda dijo que cuando se analizó esta propuesta, se determinó que uno de los problemas que están afectando seriamente a las empresas son las adicciones. “Así -publicó el matutino-, el combate de este fenómeno, que sería una de las acciones que se impulsarían de aprobarse este fondo, terminaría por beneficiar a las compañías”.

López Miranda explicó en aquella ocasión -así lo consigna el periódico-, que “lo que el fondo pretende es una pequeñísima parte, y lo importante no es tanto el tamaño sino dónde va destinado, lo importante es el fin. Estamos abiertos para que cualquiera de los empresarios que requieren una mayor explicación y claridad, hacerlo”.

Y agregó el entonces presidente del Cesjal: “Sabemos que es una situación difícil, no podría contestar si todos ( están de acuerdo con el aumento al impuesto), la unanimidad es prácticamente imposible; estamos copiando lo que sucedió en Chihuahua. Hay que copiar lo bueno”.

El diario explicó en su nota informativa que “la iniciativa implicaría subir de 2 a 2.3 por ciento la tasa del Impuesto Sobre Nómina, y ya tiene detractores, entre los que están el legislador Enrique Alfaro”.

El entonces director del Grupo Sandys y hoy presidente municipal de Zapopan, Juan José Frangie, se pronunció sobre esta propuesta del aumento al Impuesto Sobre Nómina. Registró el diario sus palabras: “Vamos a volver a caer en el problema de que esos impuestos que se genera, pasan Administraciones y de repente no se sabe qué pasó con ese fondo”.

Y agregó: “Al empresariado no hay que forzarlo a hacer obra social; yo creo que el empresariado, en general, ya tiene una conciencia”.

En aquella ocasión, se registró como opositores a ese incremento al diputado perredista Enrique Alfaro; al empresario restaurantero Juan José Frangie; y al entonces presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Puerto Vallarta, Maximiliano Lomelí.

Ahora como gobernador, Enrique Alfaro propuso en la Ley de Ingresos 2022 el incremento gradual del Impuesto Sobre Nómina para llegar al 3%, pero ahora no será para el combate a las adicciones como se propuso y se opuso en 2008, sino para construcción, mantenimiento y equipamiento de las escuelas de Jalisco.

Y a diferencia de aquellos tiempos del gobierno del panista Emilio González Márquez, ahora, al parecer, no hubo resistencia -al menos pública- del empresariado jalisciense, que a todo lo que ha propuesto el Ejecutivo le ha dicho que “sí”, convirtiéndose así en uno de sus mejores aliados en lo que va del actual gobierno. Y así lo presumió el gobernador en sus redes sociales:

“Como un ejemplo más de que en Jalisco, Gobierno e Iniciativa Privada hacemos equipo por el bien de nuestra gente, acordamos la creación de un Fideicomiso para la construcción, mantenimiento y equipamiento de las escuelas estatales de nivel básico, medio superior y superior…”.

Por cierto, habrá que ver qué opina ahora el alcalde de Zapopan, Frangie Saade, respecto al incremento de un impuesto al que él se opuso hace 13 años.

De acuerdo al secretario de la Hacienda Pública, Juan Partida, por este aumento al Impuesto Sobre Nómina se recaudarían en 2022 alrededor de 6 mil 395 millones por parte de 130 mil empresas jaliscienses.

Así, pues, no hay duda que no es lo mismo “ver los toros desde la barrera” que estar ya en el ruedo… Y este es otro de los muchos ejemplos que hemos visto de esto en el actual gobierno alfarista. Algo así como: “siempre hay un tuit…”.

Y lo que falta.