Cuatro magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinaron revocar la convocatoria “Solo para Mujeres” que emitió la nefasta LXII Legislatura para la elección extraordinaria a la presidencia municipal de Tlaquepaque, al considerar que “la paridad de género no solo se debe lograr en la postulación de los cargos a elección popular, sino también en el efectivo acceso de las mujeres al ejercicio del poder público, siempre que no se alteren las reglas sustanciales de los procesos electorales” y que “la medida del Congreso de Jalisco genera una alteración sustancial a las reglas de los procesos electorales, sin justificación para ello que además generaría una competencia desigual”.

Con estos dos argumentos, los magistrados echaron abajo el proyecto presentado por la magistrada Mónica Soto Fregoso -que apoyaron sus compañeros Indalfer Infante y José Luis Vargas-, que ratificaba la convocatoria del legislativo jalisciense, bajos los siguientes argumentos:

“1.  El Congreso local sí está facultado para establecer una acción afirmativa en la convocatoria para las elecciones extraordinarias, pues la paridad es un principio constitucional que debe ser observado por todas las autoridades.

“2.  La normatividad electoral no faculta al INE para regular la convocatoria de las elecciones locales extraordinarias.

“3.  La medida no constituye una modificación sustancial a las normas electorales, pues es una medida accesoria y temporal.

“4.  La medida no es desproporcionada ni discriminatoria hacia los hombres, por el contrario, representa una medida constitucional y convencionalmente legítima, idónea y necesaria para lograr la igualdad sustantiva en el acceso de las mujeres al poder público. Cabe destacar que el estado de Jalisco presenta un contexto de amplia subrepresentación de mujeres en las presidencias municipales, ya que únicamente gobiernan al 4.1 por ciento de la población jalisciense; de confirmarse la acción afirmativa, el porcentaje de jaliscienses gobernados por una mujer aumentaría un 12.57 por ciento”.

Si bien son discutibles ambas posiciones, la verdad es que la contundencia lógica de los argumentos de quienes revocaron la convocatoria y se pronunciaron a favor de la participación de varones como candidatos a la alcaldía tlaquepaquense se impone a cualquier otro argumento: igualdad de la mujer en más espacios de la administración pública y la competencia desigual en la contienda.

Con esta resolución final, Morena y su candidato Alberto Maldonado Chavarín deben ser cautos y no creer que con eso ya ganaron la elección, pues finalmente habrán de remar contra la corriente, primero por haber perdido la elección de junio pasado; segundo, porque ya no cuentan con la inercia electoral de la 4T que empuja con fuerza en una elección ordinaria; tercero, porque habrá de enfrentarse a una elección donde la fuerza del estado será puesta en operación; cuarto, porque a diferencia de junio pasado, hoy la participación ciudadana será mucho menor, con un 30 o 40 por ciento de afluencia a las urnas, según cálculos de expertos en el tema; quinto, porque ha perdido muchos aliados morenistas que ya traía en la “bolsa” y se fueron a las filas de su principal adversaria, Citlalli Amaya, de Movimiento Ciudadano; y sexto, porque sin duda le “cobrarán” el despropósito de haber incluido a su hermana en la lista de candidatos.

Por el otro lado, en Movimiento Ciudadano y su candidata Citlalli Amaya deben darle ya “vuelta a la página”, aceptar que el Congreso del Estado se excedió, pero principalmente que el escenario que les marcó la Sala Superior es inamovible, y trabajar para hacer realidad lo que hasta ahora sólo está en el discurso: de que si ganó en junio, volverá a ganar en noviembre. Es cierto que, como ya lo referí en otra entrega, Amaya y su equipo han demostrado gran capacidad y habilidad política para allegarse de nuevos apoyos que no tuvo en junio pasado, principalmente los que en aquel entonces estaban con su adversario de Morena. Sin duda que la fuerza del estado será su gran aliada para nueva contienda, pues también deberá de convencer a la mayoría del poco electorado que acudirá a las urnas que sigue siendo la mejor opción para gobernar Tlaquepaque.

Y es que siendo realistas, por el momento Citlalli Amaya tiene todo para ganar nuevamente, pero tampoco puede creer que porque ganó en junio volverá hacerlo ahora en estos comicios extraordinarios como “por arte de magia”. La candidata emecistas, además de sus fortalezas que mantiene, tendrá que aprovechar las debilidades con las que llega su adversario de Morena si quiere ganar, incluso, con una mayor ventaja que la primera vez.

Citlalli Amaya tendrá que demostrar que para lograr la victoria no dependía de la resolución que dio la Sala Superior del TEPJF, y que lo que hoy la impulsa en esta segunda ronda, será suficiente para ratificar el triunfo del pasado seis de junio.

Y si no, al tiempo…