Para Enrique Alfaro Ramírez los responsables de los hechos violentos ayer en Guadalajara son dos: 1. La gente de Andrés Manuel López Obrador y 2. Los dirigentes nacionales del partido Morena, que encabeza Alfonso Ramírez Cuéllar.

De esta manera, el Gobernador de Jalisco le declaró abiertamente la “guerra” al Presidente de la República. Sin medias tintas. Como el propio Alfaro lo dijo: “Quiero dejar un mensaje muy claro y directo. Yo no sé hablar de otra forma…”.

Y entonces se lanzó directo a la cabeza de la Cuarta Transformación:

“Le pido al presidente de la República que le diga a su gente y a su partido que ojalá estén midiendo lo que están haciendo, el daño que le están generando al país con esta confrontación, porque son ellos, justamente, los que han generado todo esto que estamos viviendo…”.

¿Qué “gente” ligada directamente al presidente López Obrador está detrás de la manifestación y de los destrozos provocados en el mobiliario público de Guadalajara? ¿Qué tan cercana es esa “gente” al Ejecutivo federal? ¿Cuáles son sus nombres y apellidos y qué cargos ocupan en el gobierno federal? ¿Será, entonces, que por ser “gente” del presidente, Andrés Manuel tenía conocimiento de lo que iba a suceder? La acusación de Alfaro Ramírez no es cualquier cosa, seguramente tiene “los pelos de la burra” para demostrarlo con pruebas. Y si es así, por la salud y el bien de Jalisco es importante que lo haga pronto.

Y cuando le pide a López Obrador que le diga a su partido que saque las manos de Jalisco, ¿a quién se refiere? ¿Al dirigente de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar? ¿A la secretaria general Yeidckol Polevnsky, a quien ayer en redes sociales la acusaron de ser la organizadora de la movilización, luego de que se supo que vendría a Jalisco como “responsable” política de su partido en la entidad? ¿Deveras ambos tienen el deseo de dañar al Estado, pero no a su gobierno, como lo dijo Alfaro Ramírez? ¿Qué pruebas tendrá de estos señalamientos? Si las tiene, ¿cuándo piensa revelarlas? Si las tiene, por el bien de Jalisco, debería de hacerlo ya.

Pero antes denunció dónde supuestamente se construyó lo que hoy todos vimos en las céntricas calles de la capital:

“Estos hechos ponen en evidencia que detrás de estos hechos que están sucediendo en Jalisco, hay intereses muy precisos, muy puntuales, construidos desde la Ciudad de México, desde los sótanos del poder, que lo que buscan es dañar a Jalisco…”.

¿A qué sótanos del poder se refiere? ¿A los de Palacio Nacional? ¿A los de la sede del gobierno de la Ciudad de México que encabeza Claudia Sheinbaum? ¿O a los de la sede nacional del partido Morena? ¿Qué pruebas tiene de que ahí fue donde se organizó todo? Si las tiene, ¿cuándo piensa hacerlas públicas? Por el bien de Jalisco debe de mostrarlas ya.

Denunció que la historia del finado Giovanni López no es como la conocemos, como se ha publicado en los medios o como se ha denunciado en las redes sociales. No. Para el gobernador Alfaro “detrás de esta historia hay muchas mentiras que irán cayendo poco a poco”, hay “otros intereses que irán quedando en evidencia al paso del tiempo”; es una historia que se ha manejado “de manera mentirosa”, y para ello -acusó-, se gastaron “millones de pesos como pago en redes sociales” para que “esto creciera y fuera tomando fuerza”.

¿Cómo es la historia de la detención y muerte de Giovanni López? ¿No es cómo la relató su hermano que grabó y difundió el video que desató la ira social? ¿No es como la reveló el fiscal general Gerardo Octavio Solís Gómez? ¿Cuál es la verdadera historia y quién es el autor de ella? ¿El Gobierno del Estado? ¿La Policía Municipal de Ixtlahuacán de los Membrillos? ¿Quién nos asegura que la historia “real” es la que nos revelará el gobierno alfarista? ¿Con qué pruebas cuenta para ello? Más valdría que lo hiciera ya, por la salud de Jalisco y de los jaliscienses. Y hasta del propio gobierno que él encabeza.

Por otro lado, ¿cómo se sabe que se gastaron “millones de pesos” en redes sociales para hacer crecer y que tomara fuerza la historia hasta hoy conocida de Giovanni López? ¿Cuántos “millones de pesos” de pesos se gastaron? ¿Quién los gastó y a quién o a quiés se los pagaron? Si tiene la información y las pruebas que la sostengan, más valdría que las hiciera públicas, por el bien de Jalisco, de los jaliscienses y de su gobierno.

Enrique Alfaro asegura que cuando los manifestantes, 150 que salieron del Parque Rojo, llegaron a la Plaza de Armas, “de la nada aparecieron grupos que estaban amotinados en distintos puntos del centro de Guadalajara, muchos de ellos que no son de aquí ni de Guadalajara, que fueron los que generaron los actos de violencia…”.

¿Acaso todos los manifestantes tenían obligadamente qué salir del Parque de la Revolución y llegar juntos al punto de encuentro? ¿En qué puntos exactamente del centro estaban “amotinados” estos grupos y por qué no buscaron contenerlos antes de sumarse a la manifestación si ya los tenían identificados? ¿Por qué saben que no son jaliscienses? ¿Con qué lo comprueban? ¿Entonces de dónde son y con qué lo comprueban? ¿De donde són los 27 jóvenes detenidos por la Policía? Si tienen las pruebas de lo que afirma el gobernador, por el bien de Jalisco, de los jaliscienses y de su gobierno, más valdría que lo revelaran pronto.

Si para saber todo lo anterior su equipo de inteligencia fue efectivo, ¿por qué entonces fracasó en conocer la estrategia de los manifestantes para evitar que el vandalismo llegara hasta donde llegó, incluso con la quema de patrullas?

En el mensaje del gobernador Enrique Alfaro para explicar qué sucedió ayer en Guadalajara, no hay elementos sólidos que confirmen todo lo que dijo o que tengan la credibilidad con la contundencia que el caso amerita. Son señalamientos vagos, muchas generalidades, lugares comunes, pero poco sustento que garantice el apoyo de la mayoría de los jaliscienses, incluso de aquellos que no sean sus simpatizantes pero que por solidaridad se sumen, para enfrentar al “extraño enemigo”.

Y una última reflexión: ¿Quiénes se manifiestan en contra del gobierno en turno, sea del color que sea? ¿No son los integrantes de la oposición? ¿Cuál sería lo extraño, entonces, que los manifestantes de ayer fueran militantes o simpatizantes de Morena, que es oposición en Jalisco?

Ah, eso sí, morenistas o no morenistas, que sean sancionados conforme a la ley aquellos que provocaron destrozos, y particularmente el vándalo que atentó contra la vida del policía al que le prendió fuego, pero que afortunadamente no pasó de heridas leves por la quemadura.,