Fue el 22 de febrero de 2010 cuando el presidente municipal de Tlajomulco, Enrique Alfaro Ramírez, dijo ante los medios de comunicación aquellas palabras que lo perseguirán por siempre cuando hablar de su relación con Raúl Padilla López se trate. Dijo en aquella ocasión:

“En las últimas dos décadas los jaliscienses han sido testigos de los afanes de poder de Raúl Padilla López. Su modus operandi ha consistido en intentar cercar y secuestrar varias organizaciones e instituciones públicas locales incrustando a sus incondicionales en posiciones estratégicas de control político y financiero. Bajo el velo de la promoción cultural y la renovación académica, Raúl Padilla López ha construido redes de complicidad para intentar convertirse en factor de decisión de la vida pública de Jalisco; lamentablemente, Tlajomulco y su gobierno no han sido ajenos a los intentos de secuestro por parte de Raúl Padilla López”.

Y fue entonces cuando lanzó su famosa frase que quedará para la perpetuidad: “Tlajomulco de Zúñiga es territorio libre de Raúl Padilla López”.

Tras ese “encontronazo”, Alfaro Ramírez reveló que previamente se había reunido con el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, hoy secretario de Relaciones Exteriores y prospecto a la candidatura presidencial por Morena; con el entonces coordinador de los diputados federales del PRD y hoy subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, de quien fue su coordinador de campaña en Jalisco cuando contendió por la dirigencia nacional perredista que perdió ante Jesús Ortega, en marzo de 2008; y el entonces ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, hoy presidente de la República, con quien estuvo dos años enfrentado y de quien ahora ya se volvió su aliado. Todos ellos, aseguró, le dieron su respaldo.

Luego, durante su campaña a la gubernatura y tras de que el entonces candidato del PRI, Aristóteles Sandoval, lo acusara de haber pactado con Padilla López, Enrique Alfaro negó tal pacto y, por el contrario, arremetió en su contra al asegurar que “por desesperación” se utilizaron “los recursos de la Universidad para sacar desplegados en contra de nosotros”. (La Jornada 12/06/2012)

Pero no obstante haber hecho público ese perfil de Padilla López y acusarlo de publicar desplegados en su contra, el hoy gobernador no tuvo empacho en reunirse con el presidente de la Feria Internacional del Libro a finales del 2012 – el 6 de noviembre- en casa de un empresario amigo en común. El primero llegó acompañado del diputado Enrique Velázquez, quien pese a que fue de los padillistas cesados en Tlajomulco como coordinador de Desarrollo Social, fue candidato en 2018 de la alianza PRD-Movimiento Ciudadano, aunque prácticamente se “colgó” de las siglas de MC para lograr la victoria; mientras Alfaro llegó con Clemente Castañeda, entonces diputado local y hoy senador y dirigente nacional de MC. (El Informador 18/01/2013).

De acuerdo a la crónica publicada sobre este encuentro, Enrique Alfaro confesó aquella vez que “platicamos de muchos temas (…) y simplemente en lo político dijimos que qué bueno que se había construido el acuerdo de los diputados -para crear un bloque opositor-, que era algo que le servía a Jalisco (…). Es política, tenemos diferencias y es entendible que se dejen en ese terreno y no en lo personal”.

Y ahí fue cuando emitió otra de sus famosas frases que lo perseguirán como su sombra: “Voy a decirlo con todas sus letras: yo, con el señor Padilla, políticamente no voy ni a la esquina…”.

Agregó luego: “No tengo nada qué acordar con él, nada qué construir, pero tampoco tengo un problema personal que se deba convertir en un pleito permanente…”.

Otra vez, pese a los dichos anteriores, en 2018, como jefe político de Movimiento Ciudadano y candidato a gobernador por segunda ocasión, Alfaro no sólo fue “a la esquina” sino que prácticamente le dio toda la vuelta a la manzana, y “acordó” y “construyó” con el Grupo Universidad (entiéndase el “señor Padilla”) una alianza en la que el partido naranja postuló como candidatos a diputados locales a dos de los padillistas en turno: Enrique Velázquez, en alianza con el PRD, y a Mara Robles bajo las siglas de MC, al igual que a Tonatiuh Bravo Padilla como diputado federal, a quien designó coordinador de la bancada emecista en San Lázaro.

Es más, tanto Padilla como Alfaro hicieron también en 2018 alianza política con el entonces candidato del PAN a la presidencia de la República, Ricardo Anaya, quien hoy se encuentra fuera del país so pretexto de que López Obrador lo quiere meter a la cárcel.

Pero esta alianza se quebró ahora que el Grupo Universidad fundó y registró su propio partido político Hagamos; que ante los titubeos del gobernador, la Universidad de Guadalajara decidió llevar a cabo la próxima edición de la Feria Internacional del Libro de manera presencial; y que la UdeG se negó regresar a clases presenciales a partir de ayer, como era el deseo de Alfaro Ramírez.

Ya sin emitir frases para la posteridad, el gobernador Alfaro Ramírez decidió dejar en evidencia este rompimiento con la reasignación de los famosos 140 millones de pesos del Museo de Ciencias Ambientales al Hospital Civil de Oriente; con el desalojo de los estudiantes universitarios del terreno en disputa con Iconia; y ahora, ayer, con la aprobación de la iniciativa para que la Auditoría Superior del Estado investigue el manejo que la Universidad ha hecho de los recursos que se le han destinado al polémico Museo, y que generó la reacción del rector general, Ricardo Villanueva Lomelí, quien en sus redes sociales comentó al respecto:

“Hace un mes anunciamos que el 30 de agosto, en la Universidad se evaluaría la evolución de la pandemia para decidir si regresamos a las aulas. En política no hay coincidencias: justo hoy, en el Congreso se aprueba una auditoría claramente política con la intención de presionar (…). Bienvenidas las auditorías para el orden administrativo, pero en Jalisco no podemos permitir las auditorías para el control político (…). ¡Por eso es tan valiosa la autonomía universitaria: para que los gobiernos en turno no callen la voz de la ciencia…!”.

Junto con la aprobación de esta auditoría a la UdeG, se aprobó la integración de un “Comité Ciudadano de Evaluación y Seguimiento” a los recursos que se han destinado a la construcción del Museo de Ciencias. ¿Así o más claro de que, nuevamente, el “golpe” en contra del Grupo Universidad va en serio? Y eso que no sabemos si, como en 2010, el gobernador Alfaro volvió a hablar con Ebrard, precandidato a la presidencia; Encinas, segundo en Gobernación; y López Obrador, presidente de México.

¿Qué sigue después de todo esto? ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar el gobernador Alfaro para doblegar a su ex aliado Padilla López? ¿Lo logrará? ¿Contará para ello con el respaldo del gobierno federal al que tanto atacó o lo dejará, a final de cuentas, “colgado de la brocha”? ¿Será éste el sexenio que marque el fin del padillismo? Después de este desencuentro, ¿volveremos a ver a Alfaro y Padilla “de la mano” en otro proyecto político, si logran superar esta diferencia? ¿Terminará esta arremetida alfarista en contra del padillismo como la de los gobiernos anteriores, en el fracaso?

Cada vez desde Palacio de Gobierno “aprietan más la tuerca” en contra del Grupo Universidad, utilizando a sus diputados como peones para cumplir su cometido.

Y es que como decía José José: “Porque el tiempo tiene grietas, porque grietas tiene el alma, porque nada es para siempre, que hasta la belleza cansa, el amor acaba…”.

Al tiempo…