Julio César Hernández
De que están peleados, están peleados.
Enrique Alfaro Ramírez y Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, presidentes municipales de Tlajomulco y de Guadalajara, respectivamente, rompieron, al parecer, toda buena relación tras el viaje a la Cámara de Diputados para pedir recursos económicos para movilidad.
Y la muestra es el “feo” que Aristóteles le hizo a Enrique al no acudir a su informe de gobierno. No acudió y prefirió quedarse en Palacio Municipal para presidir la sesión de Cabildo programada para una hora después de la hora en que se programó el informe de Alfaro.
Desde ayer, su oficina de Comunicación Social anunció que Sandoval Díaz no acudiría al informe de Alfaro Ramírez.
Tanto Enrique como Aristóteles aspiran a ser candidatos a la gubernatura. El priista parece estar más en la competencia que el “independiente”, tras su rompimiento con el Partido de la Revolución Democrática. Sin embargo, ambos se pelean también los principales espacios en los medios decomunicación. Ambos quieren el protagonismo y ser los personajes de la historia urbana nuestra de cada día.
¿Cuándo harán las paces? ¿Cuándo los volveremos a ver juntos? ¿O acaso esta escena corresponde también a esa parte de la historia que les hace ganar los reflectores?