El volcán de Colima, primero, y la increíble fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera por segunda ocasión de un penal de “alta seguridad”, después, le quitaron localmente los reflectores al nuevo fiscal general del Estado, Eduardo Almaguer Ramírez, después de haber rendido protesta ante el gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.
Sin duda que no obstante lo lamentable de ambos hechos, Almaguer Ramírez respiró profundamente aliviado de que la atención se hubiese desviado tras ser el centro de la misma en los últimos tres días de la semana pasada a partir de que el Mandatario estatal lo designó -aun y contra lo dicho por el secretario general de Gobierno, Roberto López Lara- “encargado del despacho de la Fiscalía” y al mismo tiempo enviar su propuesta al Congreso del Estado para que aprobará su decisión.
Los diputados sin problema alguno dieron “luz verde” a la designación de Sandoval Díaz, tras una “encerrona” que tuvieron con el nuevo Fiscal General.
Almaguer Ramírez llega a la Fiscalía con una enorme responsabilidad de superar lo realizado por su antecesor Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, que no es cosa menor.
Hasta el momento no se sabe oficialmente las razones que llevaron a Nájera a presentar su renuncia o al Gobernador solicitársela, simplemente se dijo que la presentó, pero sin duda que la percepción es que dejó el cargo por falta de buenos resultados o porque simplemente ya no dio buenas resultados en los últimos tiempos -cada quién debe definir cuánto es “últimos tiempos” :¿días? ¿semanas? ¿meses?-. Quizás la falta de buenos resultados en los últimos tiempos opacó los logros obtenidos a lo largo del tiempo en que estuvo en el cargo.
Sea como sea, en la percepción ciudadana quedó una idea: Luis Carlos Nájera se fue porque ya no dio los resultados esperados en la Fiscalía General. Por lo tanto, la designación, por parte del Ejecutivo, y la aprobación, por parte del Legislativo, de Eduardo Almaguer nos lleva a la conclusión de que los jaliscienses esperan que él supere lo realizado por Nájera Gutiérrez de Velasco.
Hacer menos que su antecesor será un fracaso para Almaguer y para el Gobernador que lo designó.
Eduardo Almaguer no tiene defensa alguna en sus yerros o falta de resultados en el argumento de que no tiene experiencia en seguridad pública y mandos policiacos, pues no obstante que eso fue motivo de crítica y hasta de oposición a su designación, el Ejecutivo lo mantuvo como su propuesta y el Legislativo la ratificó.
Tampoco tiene tiempo para “calentar motores”, porque el “vehículo” de la seguridad ya está en marcha, no deja de circular y la sociedad exige resultados de inmediato.
De ese tamaño es la responsabilidad y el reto de Eduardo Almaguer. Él sabe los logros de Luis Carlos Nájera y sabe que su obligación es superarlos. ¿Lo logrará?