Por Hugo Luna

La solución al problema del Comercio Informal y de los vendedores ambulantes implica diseñar políticas que involucren cambios estructurales en aspectos relacionados como el Salario, Empleo y las trabas impositivas para establecerse dentro de la legalidad.

Quienes se dedican a vender en las calles, son personas de escaso nivel educativo, que vieron en dicha actividad una salida para ganar algo más que el salario mínimo.

No obstante, la Informalidad es sinónimo de Ilegalidad, por lo que las autoridades desestimulan el ambulantaje, ya que el comerciante informal no paga impuestos ni cumple con todas las disposiciones de la Ley Federal del Trabajo.

Este fenómeno tiene su explicación en causas estructurales: pérdida del poder adquisitivo de los salarios y falta de trabajo.

Dichos factores han empujado a las personas de menor nivel cultural a buscar alternativas fuera de la legalidad para mejorar sus ingresos.

Un Lavacoches cobra veinte pesos por auto, lo que significa que con tres que lave al día, completa un Salario Mínimo. Se estima que un Limpiabrisas gana entre 80 y 150 pesos diarios, con lo que supera los dos salarios.

Otra causa que explica el Comercio Informal es la estricta regulación y los altos impuestos que debe pagar quien desee integrarse a dicha actividad.

A pesar de que en Jalisco tres de cada cuatro trabajadores son asalariados, existe aversión a esta condición laboral. La mayoría prefiere no tener un jefe y busca la manera de independizarse. Estas ideas se acentúan en los sectores más bajos de la sociedad.

Con referencia a lo que sucede en nuestra ciudad al respecto, son frecuentes las críticas a las políticas municipales por permitir que el ambulantaje crezca. Sin embargo, la presente administración no puede más que paliar este problema, porque las soluciones definitivas exigen cambios en las políticas macroeconómicas, implementadas por el gobierno federal.

Guadalajara sólo ha podido reubicar a los Ambulantes, ofrecerles alternativas de comercialización, pues esta actividad se mantendrá mientras no sean generados más empleos con remuneraciones que superen lo que un vendedor gana en la calle sin tener que darle cuentas a nadie.

Se requieren cambios estructurales de largo plazo que eleven el salario mínimo, para lograr una recuperación del poder adquisitivo de la población. (Hugo Luna)