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Gilberto Pérez Castillo
Generalmente cuando un gobierno o un partido político pide no politizar un asunto es porque está consciente de que metió la pata.
Tal vez es por eso que el Gobernador Emilio González y el PAN tienen tanto empeño en que no se suba al debate político y partidista el tema de la Influenza y de las repercusiones económicas que han tenido en la población las decisiones tomadas por los gobiernos federal y estatal.
Pero un asunto que tiene que ver con muertos, con riesgos para la salud de la población y con afectaciones económicas a la mayoría, no puede mantenerse ajeno al debate político y partidista, o politización como la llama Emilio González.
Por tratarse de un fenómeno que tiene que ver con riesgos para la salud pública y con un grave impacto en la economía de millones de familias, es obligatorio que, con los datos duros con los que ahora se cuenta, se abra un debate serio y responsable acerca de la forma en la que los gobiernos de Felipe Calderón y Emilio González enfrentaron la emergencia sanitaria.
¿Fue la forma adecuada de enfrentarla?
¿Se actuó a tiempo?
¿Las medidas adoptadas fueron menores, adecuadas o exageradas respecto del problema real?
¿Se pudo haber enfrentando sin causar el daño económico que finalmente se consiguió?
¿Se ocultó información con fines electorales?
El gobierno de Emilio González tendrá que enfrentar, le guste o no, el análisis respecto de su actuación frente al brote de la Influenza en Jalisco.
Por ningún motivo puede pedir o reclamar que el asunto sea motivo de escrutinio y debate.
De igual manera, así como el PAN se aprovecha de los aciertos de sus gobernantes, no podrá desligarse del costo político que pueda surgir si se demuestra, como lo creen muchos jaliscienses, que los gobiernos panistas de Felipe Calderón y Emilio González no actuaron con responsabilidad y eficiencia ante esta emergencia.