Con los días contados como consejero del Instituto Nacional Electoral -concluye su gestión el próximo tres de abril-, Marco Antonio Baños advierte que el INE enfrenta desde el gobierno un serio riesgo que pretende socavar su autonomía.

Y destaca cuatro frentes desde los que buscarían concretar su objetivo:

  1. El nombramiento de los nuevos consejeros, buscando colocar a quienes le sean afines.
  2. Las reducciones presupuestales anuales consecutivas.
  3. Los amagos de una reforma electoral para cargarle al INE todas las actividades de las elecciones locales.
  4. Todos los señalamientos en contra de la institución que desde la propia presidencia de la República llaman al INE o a los consejeros electorales “floreros de los gobiernos pasados” o “comparsas de los gobiernos anteriores”.

Baños se defiende y acota: “Desconocen -en el gobierno- que el INE fue la autoridad que generó las condiciones para que el gobierno en turno lograra tener las condiciones adecuadas de competencia. No es que nosotros hayamos hecho ganar a Morena; nosotros, al igual que lo hemos hecho desde la creación del IFE-INE, nuestra labor fue salvaguardar las condiciones para que la competencia se diera en términos de equidad para todas las fuerzas políticas”.

Ante la próxima selección y designación de quienes sustituirán en el cargo al propio Baños, a Pamela Sanmartín, a Enrique Andrade y a Benito Nacif, el polémico consejero electoral advirtió:

“El gobierno ha sido enfático en cuanto a las designaciones de ‘quiero a este porque me garantiza interlocución y confianza, y si no me lo designas ahora lo vuelvo a proponer y lo vuelvo a proponer hasta que lo pongas’. Evidentemente sí hay preocupación, por eso el rol del Comité Técnico para integrar las quintetas (de candidatos) es fundamental; tiene que trabajar con absoluta imparcialidad a través de estas seis personalidades que gozan de gran credibilidad y poner quintetos que no sean afines al gobierno que es el punto central, porque si van con gente imparcial que garanticen un buen funcionamiento del INE, la Cámara de Diputados va a tener que elegir entre éstas”.

Confió en que los nuevos consejeros que sean electos “sabrán mantenerse firmes en la decisión de defender la institución. Vamos a darles un voto de confianza a los que llegan y exigirles que hagan bien las cosas”.

Marco Antonio Baños confesó que, luego de 26 años dentro del IFE-INE, deja el cargo satisfecho por lo logrado y que ahora se dedicará a tareas dentro de la academia y a la consultoría, pero no en los partidos políticos.