Definidos ya los finalistas a la dirigencia nacional de Morena, ¿quién será el ganador? ¿Mario Delgado que trae el apoyo del canciller Marcelo Ebrard y el senador Ricardo Monreal? ¿Porfirio Muñoz Ledo que es impulsado por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; del actual dirigente Alfonso Ramírez y de la presidente del Consejo del partido, Bertha Luján? ¿O Yeidckol Polevnsky que representa al morenismo más puro, pero al mismo tiempo más radical y extremo?

Yeidckol y Porfirio saben que su adversario a vencer es Mario, de ahí que el también ex presidente nacional del PRI y del PRD la ha emprendido en su contra acusándolo de gastar mucho en su campaña y de aprovecharse de su responsabilidad como coordinador de la bancada morenista para promoverse.

Polevnsky, en cambio, se ha mantenido al margen y no ha entrado a la descalificación de sus adversarios, pero carga con el desgaste provocado por los señalamientos y denuncias en su contra por presuntos desvío y gastos excesivos y no comprobados de recursos de Morena durante su paso por la dirigencia nacional como encargada de despacho, amén de que dejó muchos “heridos” en el camino.

En la imaginaria, por su exposición ante los medios de comunicación y por el apoyo recibido en diversos estados de personajes que cuentan con estructura que de alguna manera es importante pese a que la elección se realizará vía encuesta pública, Delgado Carrillo lleva la ventaja y se perfila para ser el triunfador. Hay señales que se interpretan como que es el “elegido” de Palacio Nacional.

Sin embargo, algunos observadores advierten que desde la perspectiva presidencial a López Obrador le convendría que Mario Delgado se mantenga en la Cámara de Diputados al frente de la mayoría morenista en donde ha sacado adelante importantes proyectos del presidente sin mayores problemas; mientras que al frente del partido querrá tener a una figura aguerrida, defensora férrea de la cuarta transformación, que sabrá enfrentarse a los adversarios del lópezobradorismo y que desde la dirigencia del partido enfrentará al bloque de gobernadores de oposición de la Alianza Federalista, en el que está el jalisciense Enrique Alfaro Ramírez, como Yeidckol Polevnsky.

Pero no hay que ignorar que, de entre los finalistas, Mario Delgado es el que mayor espacio ocupa en los medios de comunicación e incluso en las redes sociales, mientras que Polevnsky prácticamente ha desaparecido de ellos y si publicita algo son loas al ex dictador cubano Fidel Castro.

¿Y Muñoz Ledo? Si bien se le reconoce su capacidad e inteligencia política, no sólo la edad, frente a las exigencias del cargo, se le considera como una desventaja sino también sus constantes críticas a la 4T por muy razonables que sean. Si bien el momento y las circunstancias le fueron adecuadas para haber sido dirigente nacional del PRI y luego del PRD, hoy ni uno ni otro le son favorables como para creer que saldrá con la victoria.

Planteado así este panorama en la contienda por la dirigencia nacional de Morena, podemos afirmar que en el arranque el diputado Mario Delgado va a la cabeza, mientras Yeidckol Polevnsky y Porfirio Muñoz Ledo se disputan la segunda posición con la esperanza de alcanzar y rebasar al puntero.

Y la pregunta que deambula en el aire es: ¿Será cierto que el presidente López Obrador no meterá las manos o a estas alturas ya dio su “bendición” (entiéndase “línea”) a favor de uno de los tres?

Al tiempo…