Lo que sucede al interior del partido Morena Jalisco ya no sabemos si es una tragedia o una comedia. Ya no sabemos si llorar o reir ante la triste realidad que enfrenta el partido que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República.

Aquí el doctor Hugo Rodríguez Díaz se aferra a un cargo cuya vigencia concluyó el 29 de febrero pasado, mientras que el Comité Ejecutivo Nacional no termina por entender qué papel debe jugar de acuerdo a la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación al reconocer la elección del actual dirigente Alfonso Ramírez Cuéllar.

El lunes pasado en rueda de prensa, Rodríguez Díaz declaró que “mientras en Jalisco no haya una elección como lo marcan los estatutos, un servidor será el presidente de Morena” y mostró ante los reporteros el documento donde el Instituto Nacional Electoral certifica que él “se encuentra registrado como Delegado en funciones de Presidente del Comité Ejecutivo Estatal del Partido Político Nacional denominado “Morena” en el estado de Jalisco…”, fechado el 17 de abril de 2019.

Sin embargo, con fecha del 28 de febrero de este año, existe un “Acuerdo del Comité Ejecutivo Nacional de Morena por lo cual determina con fundamento en los artículos 2o. y 6o. transitorios del Estatuto de Morena la conclusión de la vigencia de los delegados en funciones nombrados en las presidencias (…) de los Comités Ejecutivos Estatales de Morena, designados con anterioridad a la celebración de la presente sesión…”.

El numeral VI del mencionado Acuerdo, establece concretamente:

“… Considerando que los delegados en funciones en los órganos estatales designados con anterioridad a la sesión que se celebra, concluyeron sus funciones el 20 de noviembre de 2019, de conformidad con lo dispuesto en los artículos SEGUNDO Y SEXTO TRANSITORIO del Estatuto de Morena, y que fue materia de análisis en la sentencia emitida por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en el expediente SUP-JDC-12/2020 y acumulados, por lo que se acuerda notificarles a todos los delegados en funciones señalados, que sus funciones cesaron y deberán dejar de ejercer los mencionados cargos a partir del 1o. de marzo de 2020…”.

Amén de que esta notificación se les haya hecho llegar en particular a los delegados en funciones de presidente, quedó establecida en Estrados del partido Morena y hasta el momento se desconoce que Hugo Rodríguez Díaz haya impugnado ante la instancia correspondiente este Acuerdo del CEN morenista, por lo que incluso resta esperar los efectos legales que tengan todos los documentos que haya firmado como “delegado en funciones de presidente” a partir del primero de marzo y hasta la fecha.

Por lo tanto, podemos concluir que tras el Acuerdo del 28 de febrero del CEN, en Jalisco no sólo no existe oficialmente el Comité Estatal de Morena sino ni siquiera el partido, pues si bien hay simpatizantes y militantes que participaron en las pasadas elecciones del 2018, se carece de un padrón oficial y reconocido por las autoridades electorales, y que era la tarea encomendada y que no cumplió Yeidckol como presidente.

En Jalisco no existe una estructura de partido, aunque indudablemente que el trabajo realizado por Hugo Rodríguez a lo largo del estado ahí queda y debería ser aprovechado por quien finalmente sea electo como nuevo dirigente estatal en el futuro. ¿Cuándo? Ni los propios morenistas lo saben.

Así, pues, siendo ésta la realidad de Morena en Jalisco ya poco importa si viene o no Yeidckol Polevnsky, cuándo y a qué viene. Y si Hugo Rodríguez está o no de acuerdo con su designación, porque creo que lo que debe preocupar a los morenistas jaliscienses es que se ponga orden en su partido porque hoy no es más que una caricatura.