Si con su presencia en la Toma de Posesión de Emilio González, el Secretario de Gobernación y Ex Gobernador del Estado Francisco Ramírez Acuña esperaba recibir reconocimientos por su gestión y muestras de que se le va a extrañar, debió regresar a la Ciudad de México decepcionado de sus paisanos y compañeros de partido.

En ningún discurso alguien alcanzó siquiera a hacerle un breve recuerdo por su gestión que terminaba. Nadie tuvo el detalle de reconocerle el salto a Gobernación. Y nadie, ni siquiera en una mínima declaración a los medios de comunicación, dio el menor indicio de que se le va a extrañar.

Y eso que es Secretario de Gobernación y que vino con la representación del Presidente Felipe Calderón.