Si afirmamos que la contienda por la gubernatura es de “pronóstico reservado” entre el candidato del oficialismo estatal, Jesús Pablo Lemus Navarro, y la candidata del oficialismo federal, Claudia Delgadillo González, no podemos decir menos de la elección por el Senado de la República cuando en la imaginaria quienes encabezan el par de fórmulas de estos dos contendientes tienen con qué dar batalla.

Alberto Esquer Gutiérrez y Mirza Flores Gómez, encabezan las fórmulas de Movimiento Ciudadano: Carlos Lomelí Bolaños y Rocío Corona Nakamura, las de la coalición Sigamos Haciendo Historia; y Francisco Ramírez Acuña y Natalia Juárez Miranda, las de la coalición Fuerza y Corazón por Jalisco. Hasta el momento, nadie o pocos han volteado a ver a esta sexteta de aspirantes que sin duda también habrán de ponerle “sabor al caldo electoral”.

Esquer Gutiérrez y Flores Gómez han encabezado multitudinarias concentraciones durante la precampaña en diversos municipios del interior del estado, lo que no logró ni siquiera su candidato a la gubernatura. Sin embargo, puede ser que sean quienes “reman contra la corriente” por tres razones: primero, por la ausencia de un candidato presidencial fuerte del cual “colgarse” o por el cual pedir el voto para apoyarlo desde el Legislativo, ante las mínimas posibilidades que tiene de ganar; segundo, el desgaste del gobierno estatal emecista y la inconformidad que deja en un sector de la población que no vio satisfechas sus demandas; y, tercero, el “fuego amigo” o desdén que les puedan hacer algunos candidatos de su propio partido que buscan salvar solo su territorio, exhortando a votar por los candidatos locales y dejando a su suerte a los federales: a la presidencia de la República; al Senado; y a la Cámara de Diputados.

Este discurso ya se escucha en diversos encuentros que algunos candidatos locales han sostenido con sus simpatizantes y sus propios equipos de campaña. “Lo que nos interesa es Jalisco”, han dicho en términos generales.

Lomelí Bolaños y Corona Nakamura tienen mucho que ganar y poco que perder. Buscarán, por supuesto, “subirse” a la ola de Morena que como marca ha registrado en Jalisco un incremento en la preferencia ciudadana. Las giras que constantemente hizo por gran parte del estado a lo largo de estos tres años el actual regidor de Guadalajara, pueden dejarles buenos dividendos que sumados a los apoyos que tiene en la zona metropolitana y al conocimiento en particular de Rocío Corona de Guadalajara, pueden colocarlos en la antesala de la victoria. Con este par todo puede suceder, pero los pronósticos son que el único que tiene un escaño asegurado, gane o pierda, es Carlos Lomelí, porque se apuesta a que si es derrotado entraría como primera minoría. No lo ven en la tercera posición.

La dupla Ramírez Acuña y Juárez Miranda la tiene “cuesta arriba”, pues si bien el primero juega en calidad de ex gobernador con buena imagen y logró en 2009 la diputación federal por el distrito 10, hoy enfrenta un escenario complicado y desventajoso. A su vez, la dirigente estatal del PRD es poco conocida en el interior del estado, pues su trabajo se ha concentrado en la zona metropolitana pero, además, al frente de un partido que se niega a morir y que es de los más débiles en el estado. Las apuestas no juegan a su favor, pues la coalición Fuerza y Corazón por Jalisco, además, se le ubica en un lejano tercer lugar frente a sus rivales de Movimiento Ciudadano y la coalición Sigamos Haciendo Historia.

Pero este es el escenario que se observa en teoría. Habrá que esperar al arranque de la campaña por el Senado para ir confirmando si los augurios son los correctos o puede haber alguna sorpresa.

Al tiempo….