Cuando Héctor Larios, presidente de la Comisión Nacional Organizadora de la elección interna del Partido Acción Nacional, salió pasadas las 19:30 horas, a dar los resultados preliminares de los votos hasta ese momento contabilizados, era de sobra conocido que Ricardo Anaya Cortés Doctorado en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM, había ganado la elección.
Ricardo Anaya lució tranquilo a lo largo del día. Una vez conocida la tendencia ganadora que le favorecía, agradeció el apoyo de los miembros del PAN, que según la Comisión Nacional Organizadora votó a razón de un 81 %  a su favor, reuniendo su adversario solo un 16% de los votos. Junto a Anaya Cortés, apareció Santiago Creel Miranda, primer Secretario de Gobernación panista en México.
Parte del cambio que propuso Anaya Cortés dentro del PAN, fue el buscar una comunicación más estrecha entre miembros y dirigentes partidistas, por ello, puso a disposición de las bases panistas sus cuentas de Twitter y Facebook, y su número de WhatsApp (4423513855). Cuando supo de lo holgado de su triunfo en la elección, Ricardo Anaya, utilizo las redes sociales para agradecer a sus seguidores, y postear algunas de sus acciones a seguir, una vez que tome posesión del cargo, como presidente del PAN nacional. Su primera mención de agradecimiento en redes, fue para Josefina Vázquez Mota ex candidata presidencial; ex Secretaría de Desarrollo Social, en 2000; y ex Secretaria de Educación Pública, en 2006.
El senador Javier Corral adversario de Anaya, se dijo sorprendido por el desenlace de la elección, pues no esperaba que su resultado fuera tan bajo. Según los conteos parciales, los miembros participantes en la elección panista, no alcanzan ni el 50% de su padrón, mismo que ha sido criticado por Javier Corral. Por cierto, el estado de Puebla es señalado, por la forma en que aumentó en un año la cantidad de afiliados, pues pasó de 13 mil 507 a 35 mil 884 panistas.  Ricardo Anaya Cortés se convirtió en candidato oficial a la presidencia del PAN, el 15 de junio, en la ciudad Puebla, en un acto organizado por el gobernador Rafael Moreno Valle.
Ricardo Anaya fue por designación, Subsecretario de Planeación Turística de la Secretaría de Turismo del Gobierno Federal de Felipe Calderón. En ese tiempo es que se fortalece su relación con Javier Lozano Alarcón.
La característica que en este momento destaca de Anaya Cortés, es su capacidad de dialogo y conciliación, una muestra de ello, es el apoyo del ex Secretario de Gobernación Francisco Ramírez Acuña, quien hace apenas unas semanas, sonaba para dirigir al PAN y después, se dedicó a promoverlo.
Que el PAN sea una opción diferente, al PRI corrupto y, a MORENA con su populismo mesiánico; fueron los ofrecimientos que durante su campaña realizó Ricardo Anaya. Una vez que se anunció su triunfo, publicó – vía redes sociales- las acciones que emprenderá de inmediato: “Hacer pública su declaración patrimonial, fiscal y de intereses; reducir la nómina del partido y el sueldo del presidente, destinando esos recursos a programas de acercamiento a la ciudadanía; realizar viajes solo en vuelos comerciales y en clase económica; proponer una reducción sustancial del gasto destinado a campañas y a partidos políticos, para apoyar a las universidades públicas; completar la legislación secundaria de las reformas estructurales y dar marcha atrás a la tóxica reforma fiscal. Todo esto porque queremos merecer la confianza de los ciudadanos. La meta es recuperar la Presidencia en el 2018.”
Una renovación de fondo en el partido, es lo que promete Ricardo Anaya Cortés, quien recibirá de Gustavo Madero Muñoz, la presidencia del PAN, misma que el propio Anaya Cortés –ocupando de forma interina-, entregó a Gustavo Madero, luego de que éste fuera a buscar su candidatura a diputado federal plurinominal, y regresara a ocupar su puesto. El nuevo presidente de Acción Nacional, llega pues arropado por los mismos liderazgos que han logrado que el PAN sea, lo que hoy es: Santiago Creel Miranda, Josefina Vázquez Mota, Rafael Moreno Valle, Javier Lozano,  Francisco Ramírez Acuña, Gustavo Madero Muñoz.
Es decir, cambiar, para que todo siga igual.