Por Julio César Hernández

Como en los gallos, se abren las apuestas. ¿Asistirá Jorge Vizcarra Mayorga a la sesión extraordinaria del Congreso del Estado donde se recibirá, discutirá y, en su caso, aprobará o no su desafuero como lo solicita en su dictamen la Comisión de Responsabilidades?

Hasta el momento son muy pocos los que creen que los diputados pueden no aprobar el desafuero. La mayoría de quienes hablan del tema consideran que no habrá oposición alguna a que así sea y, por lo tanto, el edil tonalteca pierda la inmunidad constitucional.

Pero por eso ese ya no es el tema a discutir en los cafés. El tema es adivinar si Vizcarra Mayorga asiste al recinto Legislativo con los riesgos que ello conlleva: que se ejecute de inmediato en su contra una orden de aprehensión o de arraigo. Ese es el tema.

Ayer, Jorge Vizcarra declaró a los medios lo siguiente:

“Ya determinarán los abogados en qué sentido nos presentamos (a la sesión del Congreso), pues ya sería otra situación jurídica. Pero, bueno, hasta este momento la intención es presentarnos mañana a resolver esa situación y demostrar a los diputados que no tenemos que ver nada en esa situación”.

Hasta ayer por la tarde-noche, la intención era estar presente en el recinto legislativo; sí, pero como lo advirtió el propio Vizcarra, se analizaba, por parte de sus abogados en la ciudad de México, en qué sentido lo harían.

Y según nos comentaron, su presencia en el banquillo de los acusados dependerá de que pueda hacerlo con un amparo que lo proteja de cualquier acción inmediata en su contra, entiéndase que sea aprehendido minutos después de que los diputados aprueben su desafuero.

O sea que si hay un amparo de por medio de que lo proteja de cualquier acción en su contra, en ese momento, hará acto de presencia y se verá, cara a cara, con el procurador Tomás Coronado Olmos, a quien acusó en su momento de maquinar un complot en su contra.

Obvio es decir que si no hay amparo bajo el brazo, simplemente su lugar en el recinto quedará vacío, con lo que nadie puede decirse engañado, porque Vizcarra señaló ahora que sólo tiene la intención de estar presente, cuando días atrás había dicho que daría la cara y enfrentaría en persona el juicio del Congreso.

Ahora esa presencia dependerá de un amparo. Si lo hay, ahí estará. Si no lo hay, a ver dónde lo encuentran.