Quién se iba a imaginar que los emeceístas jaliscienses que alguna vez apostaron porque el gobernador Enrique Alfaro Ramírez fuera el candidato de su partido Movimiento Ciudadano a la presidencia de la República, vitorearan en estas tierras tapatías a Luis Donaldo Colosio Riojas al grito de “¡Presidente! ¡Presidente!¡Presidente!”.

Y a ellos se sumaron los presidentes municipales de MC de todo el país que se dieron cita en la Expo Guadalajara el fin de semana pasada, y en donde el sábado recibieron, con menos ánimo que el día anterior, al gobernador Alfaro con la ya tradición entonación de “¡Presidente! ¡Presidente!¡Presidente!”, pero ya segundas partes nunca fueron buenas y mucho menos cuando se hacen, o parece que se hacen, por mero compromiso.

Si algo le faltaba al gobernador Alfaro, era que sus propios correligionarios le echaran en su propia tierra que gobierna, la última “pala” con que se entierran sus posibilidades -creo que ya no son aspiraciones- de ser el candidato a la presidencia de la República, objetivo que se reveló desde antes que fuera gobernador con aquel acto píublico en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres en diciembre del 2018.

El gobernador jalisciense festinó que se dirigieran los “naranjas” de esa manera al presidente municipal de Monterrey, asegurando que en su partido nunca habrá división a causa de las candidaturas.

Creo que la expresión de Alfaro fue sincera, respecto a Colosio, porque nadie mejor que él debe de estar convencido de que a estas alturas del juego sus posibilidades de ser el candidato presidencial de Movimiento Ciudadano quedaron “sepultadas” desde hace tiempo, y que el estar colocando en los últimos meses entre los cinco gobernadores peor evaluados del país, hace imposible ser ofertado por su partido como el mejor perfil para disputarle la presidencia de la República a Claudia Sheinbaum o Marcelo Ebrard.

Y menos después del lamentable suceso en el CUValles y ahora con lo revelado por la revista Proceso respecto a lo que se encontró por parte de Guacamayaleaks, que lo ha colocado a él y a su gobierno en una incómoda posición que amerita una amplia explicación sobre lo ahí difundido, además de ser un tema sobre el cual seguramente mucho se hablará y del que falta mucho por conocer.

Pero creo que Enrique Alfaro sabe también que Colosio Riojas no es la apuesta de Dante Delgado para jugar por la presidencia de la República, de ahí que lo mejor que pudo hacer es festejar que le hayan gritado “¡Presidente! ¡Presidente! ¡Presidente” al hijo del finado candidato presidencial del PRI del mismo nombre y primer apellido, pero Murrieta por parte de su madre.

Así, pues, soy de los que creen que ni Enrique Alfaro ni Luis Donaldo Colosio será uno de ellos candidato presidencial de Movimiento Ciudadano, pero que en la tierra del primer gobernador de este partido se haya vitoreado a un joven político que ha dicho que no le interesa ir corriendo por esta candidatura, no sólo fue noticia nacional sino que seguramente fue muy incómodo, y quizás doloroso, para quien ya veía al Mandatario estatal recorriendo el país como la revelación política para el 2024.

Sin embargo, dejémoslo… al tiempo.